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El 73%, de los españoles que han sufrido un infarto no se reintegra plenamente al trabajo

El 73% de los que han sufrido infarto no se reincorpora plenamente a su vida profesional anterior, según indicó Bernardo Rabassa, vicepresidente del Gabinete de Estudios Sociológicos Bernard Krief, en la presentación de las conclusiones de una encuesta nacional sobre cardiopatías isquémicas (enfermedades cardiacas producidas por falta de riego sanguíneo), realizada por esta empresa.Una de las conclusiones más importantes del estudio es la que se refiere a la vida laboral de los que han sufrido infarto. Así, se deduce que en España existe un número excesivo de incapacidades laborales totales por esta enfermedad, debidas en gran parte a la actitud psicológica de la población pero también a una la actual estructura administrativa, que favorece esta situación. La encuesta revela que el infarto cambia radicalmente la vida de quien lo sufre, con el consiguiente sentimiento de invalidez, pese a que, como indicó el doctor Fernando Mayo, director del departamento de estudios que realizó la encuesta, "la probabilidad de vida de estas personas es prácticamente similar a la de otras de su misma edad que estén en condiciones parecidas y no hayan sufrido infarto".

El doctor Mayo resaltó la importancia de este estudio, que es el primero serio realizado en España entre personas que han sufrido infartos -junto a otros dos realizados sobre médicos y en la población general-, porque "no se conoce la causa íntima de las cardiopatías isquémicas, y lo único que podemos hacer los médicos es evitar que aparezcan, actuando sobre los factores de riesgo, para lo cual hay que conocer previamente las características de la población cuyos hábitos se quieren modificar".

Factores de riesgo

Según los cardiólogos, los principales factores que favorecen este tipo de enfermedades coronarias son, por orden de importancia, la hipertensión, el exceso de colesterol en la sangre y el hábito de fumar. Sin embargo, las personas que han sufrido un infarto tienden a atribuirlo al estrés como causa principal, seguido del hábito de fumar, sedentarismo, colesterol e hipertensión.Los resultados de la encuesta han permitido deducir los principales rasgos diferenciales de quienes han padecido alguna enfermedad cardiaca durante el último año. El retrato robot de la víctima del infarto queda delimitado por las siguientes características: es nerviosa y hace todo de prisa, tiene tendencia a la obesidad, trabaja en ambientes expuestos a polvos, gases y malos olores y tiene el colesterol alto.

En opinión de los cardiólogos, quienes han sufrido un infarto deben cambiar sus hábitos de vida, seguir dietas y estar bien informados sobre su enfermedad. Entre las conclusiones extraídas por los cardiólogos destacan la necesidad de acortar el tiempo de hospitalización, dado que el 60% de las muertes en el infarto son súbitas, y hacer un seguimiento de los infartados. La encuesta, de la que saldrá el Libro blanco sobre cardiopatías isquémicas, fue realizada por iniciativa del Centro de Investigación Cardiovascular de los laboratorios Bayer.

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