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El abogado Miralles denuncia irregularidades judiciales en relación con malos tratos a detenidos

El abogado Jaime Miralles Álvarez se ha dirigido al fiscal general del Estado para que se depuren las responsabilidades de magistrados, jueces, secretarios y funcionarios del ministerio fiscal, y para que se ejercite la acción penal contra los autores de las coacciones, malos tratos y lesiones de que fueron víctimas los hermanos Emilio y Julio Ginés Santidrián durante su detención gubernativa. Entre los hechos denunciados figura la actuación sucesiva de 10 jueces contra el propio Miralles, quien fue acusado de desacato cuando actuó en defensa de sus clientes.

En las actuaciones seguidas contra el abogado, Miralles enumera los 10 jueces que intervinieron sucesivamente en el caso: José Luis Bermúdez, Gabriel Gonzálvez, Francisco Huet García, Pedro González Poveda, Miguel Ángel Sánchez Plaza, Dámaso Ruiz-Jarabo Colomer, Zarzalejos Borguillo, José Carlos Blanco Fautsman, Eduardo Ortega Gayé y Miguel Hidalgo Abia.Los hechos denunciados por Jaime Miralles arrancan de febrero de 1979, cuando los hermanos Emilio y Julio Ginés fueron detenidos en unión de otras personas y llevados al centro policial de la madrileña Puerta del Sol, bajo la imputación de estar implicados en diversos "actos terroristas" y en los "últimos atentados", concretamente el asesinato de los generales Manuel Sánchez Izquierdo y Constantino Ortín Gil y del magistrado José Francisco Mateu. La policía solicitó y obtuvo del juez José Luis Bermúdez prorrogar la incomunicación de los detenidos seis días más de los tres legalmente previstos.

Terminados los nueve días de incomunicación, los hermanos Ginés fueron puestos a disposición del juez Bermúdez, ante quien denunciaron que los funcionarios policiales les habían sometido a malos tratos, amenazas y coacciones, a raíz de lo cual Emilio Ginés resultó con fractura de algunas costillas. Tras la declaración judicial, Julio Ginés manifestó a su abogado que uno de los policías le había advertido que si denunciaba ante el juez los malos tratos podría regresar al mismo centro policial en un par de días.

El abogado, al calabozo

Ante este último dato, Miralles solicitó al juez que recibiese declaración ampliatoria a Julio Ginés. El juez Bermúdez denegó dicha petición, y ante la insistencia del abogado, explica el propio Miralles, "le echó de su despacho y ordenó su detención en los calabozos del Palacio de Justicia, que se llevó a cabo en el acto".Las actuaciones judiciales seguidas contra los hermanos Ginés pasaron al Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, cuyo titular, Pascual L. Serrano Iturrioz, acordó su archivo, dado lo infundado de las imputaciones policiales. El 14 de marzo de 1979, los hermanos Ginés se querellaron por vejaciones, coacciones y malos tratos contra los policías.

La querella fue admitida nueve meses después, y tras diversas anomalías procesales, "al cabo de cuatro años de la formulación de la querella, continúa instruyéndose el sumario", según el abogado. Miralles denuncia que el juez instructor ha pretendido tomar declaración a los policías sin la presencia de los querellantes, así como la resistencia judicial a tener por querellados nominal e individualizadamente a siete policías, entre otros obstáculos, dilaciones, entorpecimientos e irregularidades.

Por lo que se refiere al propio abogado Miralles, se le incoaron diligencias por desacato, pero la Audiencia Provincial de Madrid estimó el recurso y dejó sin efecto el procesamiento de Miralles "sin perjuicio de que los hechos puedan constituir falta".

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