El diálogo entre Nicaragua y EE UU en México concluye sin acuerdos sustanciales

Las conversaciones mantenidas durante dos días por el vicecanciller nicaragüense Víctor Hugo Tinoco y el embajador especial norteamericano Harry Shlaudeman, con el objetivo de normalizar las relaciones entre los dos Gobiernos, concluyeron el martes por la noche en Manzanillo (México) sin avances sustanciales. El único acuerdo aparente es el de volver a reunirse, aunque no se determinó la fecha ni el lugar.

ENVIADO ESPECIAL, La desconfianza mutua después de cinco años de enfrentamientos sigue siendo tan profunda que incluso un tema aparentemente simple como el establecimiento de un orden del día para futuros encuentros es objeto de largos debates. Los nicaragüenses desean que el diálogo siga desarrollándose durante su fase exploratoria en territorio mexicano, con un testigo neutral nombrado por el país anfitrión.Shlaudeman propuso como sede de próximas entrevistas a cualquiera de las dos capitales involucradas, Washington o Managua, y rechazó la presencia de personas ajenas a las dos delegaciones.

Lo único que parece haber funcionado a la perfección es el dispositivo de seguridad montado por el Gobierno mexicano en torno a la sede de las conversaciones.

El aislamiento y secreto exigidos fundamentalmente por los norteamericanos quedaron plenamente garantizados por un insalvable cordón militar, que impidió todo contacto de los periodistas con los miembros de las comisiones oficiales.

Tinoco y Shlaudeman se han limitado, aparentemente, a poner sobre la mesa sin variaciones los puntos de vista ya conocidos de sus respectivos Gobiernos. El hecho mismo de reunirse durante más de 10 horas y dejar la puerta abierta para nuevas entrevistas parece ser el resultado más positivo de esta conferencia de Manzanillo.

Las dos delegaciones abandonaron ayer de madrugada la ciudad costera mexicana, en sus respectivos aviones privados, sin un comunicado oficial ni una sola declaración de la Prensa. Uno de los jefes del Estado Mayor presidencial, encargado de la seguridad, llegó a decir que la reunión había sido todo un éxito porque se logró el aislamiento total.

Normalización con Honduras

La consecuencia más evidente de este primer encuentro entre norteamericanos y nicaragüenses se registró a muchos kilómetros de distancia en Tegucigalpa, donde la cancillería hondureña anunció la reposición de su embajador en Managua, Isidro Tapia, que fue retirado el pasado 8 de mayo, tras el derribo de un helicóptero hondureño que había violado el espacio aéreo nicaragüense. La llegada del embajador tendrá lugar el próximo 19 de julio, quinto aniversario del triunfo sandinista.La nota oficial señala que este acuerdo "es un gesto amistoso y conciliador" del presidente Roberto Suazo Córdoba, que viene a sumarse a la reciente aprobación del Acta de Contadora por parte del Gobierno de Honduras como una base aceptable para negociar la paz en Centroamérica.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Bernardo Sepúlveda, se reunió con Shlaudeman y con Tinoco al término de la entrevista entre ambos, "en la segunda etapa del proceso de diálogo y negociación que han inciado Estados Unidos y Nicaragua", según un escueto comunicado de prensa de la Cancillería mexicana.