Conciertos para nuestro tiempo

The Psichedelic Furs, un nombre antagónico que se empezó a oír hace siete años, han publicado en el presente su cuarto disco, Mirror moves, con canciones sencillas y perfectas para estos tiempos. Los hermanos Butler, Richard, el cantante, y Tim, el bajista, y el guitarrista John Ashton se han pateado con su banda Estados Unidos, y ahora, en Europa, no van a parar hasta diciembre.Las dos primeras actuaciones de este grupo han sido tan distintas que mi juicio se ha quedado en el domingo. El sábado tocaron sin su equipo de sonido, y conscientes quizá de los continuos acoples, convidaron a la audiencia a un paseo por el rock estridente. Ashton se empeñó en maltratar su guitarra y su monitor, y entre algunos golpes logró sonidos espectaculares, pero de oficio. Richard perdía su voz en medio del desbarajuste y los movimientos de sus manos femeninas parecían vanos.

Del desconcierto al concierto, en un día. Y los Furs regalaron la actuación del año. Sobrios, sensuales y elegantes, flotaron en el sonido de su equipo. Dos guitarras, un teclado, un bajo, una batería y un saxo adornaron la voz más cualificada del pop y el rock británicos. Richard Butler no improvisa.

Dos bises terminaron un repertorio exquisito.