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Dos bombas trampa, desactivadas en un monte próximo a Bilbao

Especialistas de la Policía Nacional lograron desactivar ayer dos bombas-trampa colocadas en un monte cercano a Bilbao, preparadas para hacer explosión en el momento en que alguien se acercase a un determinado paraje en el que, según aviso previo de ETA, se encontraba cierto "material de guerra abandonado en mal estado".

El aviso, comunicado telefónicamente a los diarios Egin y Deia, daba cuenta -aparentemente con el objetivo humanitario de evita que algún caminante fuera víctima de un accidente- de que en un punto de la falda del monte Archanda, próximo a la carretera que desciende hacia el valle de Asua, había sido abandonado de terminado "material de guerra" en mal estado. El lugar, se precisaba, estaba señalizado con un pañuelo blanco.Tras varios intentos infructuosos realizados por la Guardia Civil, fue localizada una caja de cartón de la que partían unos cables. Sendas cuñas de estaño incrustadas en dos árboles próximos, además de un trapo blanco atado a unos arbustos, contribuían a dar credibilidad al hallazgo. Sin embargo, cuando el equipo de desactivación de la policía se disponía a acercarse al lugar un agente advirtió la presencia, a apenas un centímetro de su pie, de un sedal oculto entre la maleza.

Durante más de tres horas, los especialistas, tras adoptar las precauciones correspondientes -entre ellas la de prender fuego a la maleza circundante, por si hubiera otros dispositivos ocultos- consiguieron localizar y desactivar dos granadas de mano marca ETA dispuestas para hacer explosión en cuanto alguien pisase o tropezase con el sedal.

Hace algún tiempo, un presunto miembro de ETA detenido confesó a la policía que en el paraje en cuestión existía un zulo de la organización, el cual, sin embargo, no fue localizado. Probablemente ETA dedujo que dicho dato daría credibilidad a posteriori a su aparentemente humanitario aviso.

Por otra parte, un vigilante nocturno de la delegación en Bilbao de la empresa Peugeot-Talbot resultó levemente herido a consecuencia de la explosión, a primera hora de la madrugada de ayer, de una bomba colocada en el exterior de dicho establecimiento, la cual produjo cuantiosos daños materiales. Horas después un segundo explosivo estalló en las obras de la nueva Ayudantía de Marina de Ondárroa, a 60 kilómetros de Bilbao.

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