Cinco guitarras

Son cinco jóvenes guitarristas que comienzan su andadura artística en el concierto flamenco de la mano del profesor Andrés Batista. Éste, en una breve exposición previa, dio unas ideas de lo que es la guitarra flamenca, su historia y sus características elementales, lo cual sirvió para poner al auditorio en conocimiento del instrumento.La guitarra flamenca se halla en un momento de verdadero esplendor. De las tres facetas básicas del arte flamenco (cante, baile y toque), la guitarra es lo que más ha progresado en nuestro tiempo, tanto en el acompañamiento como en concierto. Y si los profesionales ya consagrados han hecho posible esto, se puede afirmar con toda seguridad que el proceso no va a detenerse, pues hay una pléyade muy numerosa de jóvenes guitarristas que vienen pidiendo un sitio.

Éste es el caso de los cinco jóvenes que en la Casa Gaditana de Madrid dieron un digno recital, cada uno en solitario y también participando en diversas formaciones de dúo, trío y quinteto. Por supuesto, les queda un largo camino que recorrer para dar la medida de sus verdaderas posibilidades. En todos se advierte la lógica elementalidad de la lección bien aprendida, un cierto mecanicismo, la preocupación por dar la pulsación exacta, por no cometer errores. Pero en algunos de ellos es notorio ya un claro dominio del instrumento, incluso una autoridad en la ejecución que a veces bordea la brillantez. Es el caso, sobre todo, de Pablo García, y también de Adolfo Perales y de Gabriel Cabezas.

Pero la guitarra flamenca necesita siempre amplio vuelo, inspiración propia, genio creador. Estos jóvenes artistas tendrán que irse olvidando de las lecciones aprendidas al pie de la letra si quieren conseguir una riqueza interpretativa a la que ahora sólo apuntan en mayor o menor grado.

En cualquier caso, fue una hermosa experiencia. Los guitarristas interpretaron un amplio repertorio de composiciones flamencas, de todas las cuales menos una, que firmaba Sabicas, es autor Andrés Batista, a quien debemos felicitar en primer lugar, pues, en definitiva, estos jóvenes tocaores son producto de su espléndida labor docente.