El gasto farmacéutico se ha disparado en los últimos meses, afirma Ernest Lluch

El Ministerio de Sanidad y Consumo se encuentra preocupado por el aumento, muy por encima de la inflación prevista, de los índices de precios correspondientes a dos subsectores sanitarios, el de productos farmacéuticos y el de servicios dentales, señaló ayer su titular, Ernest Lluch. El ministro hizo entrega a los medios de información de los datos oficiales sobre la reciente retirada de 126 medicamentos, señaló que el problema del convenio colectivo del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) se encuentra resuelto en sus tres cuartas partes y comentó el contenido de tres órdenes ministeriales que afectan a técnicos sanitarios, personal de enfermería y formación de dentistas.

A propósito del énfasis que los laboratorios farmacéuticos ponen en la promoción de sus productos más caros, el ministro señaló que esta política puede ser contraproducente para los propios fabricantes, ya que podrían tardar más tiempo en cobrar sus deudas con el Insalud."Yo no tengo ningún problema con Francesc Raventós", dijo Lluch al abordar el asunto de la dimisión del director general del Insalud. "Conducir el Insalud es extraordinariamente dificil; más dificil que ser ministro de Sanidad. Puedo decir que es el cargo menos deseable del ministerio", afirmó el ministro sobre la reciente crisis en el instituto.

Lluch dijo que en el convenio colectivo del Insalud se encuentra ya resuelta la parte correspondiente a retribuciones, con un aumento mínimo de un 6% y máximo de un 12% en algunas categorías. Quedan por resolver las homologaciones, para lo que ya se ha creado una comisión. Según Lluch, quien negó que se hubiera producido error alguno de cálculo, el deber de esta comisión es hacer una computación exacta de la cantidad que suponen las homologaciones y encajarla dentro del presupuesto del Insalud.

El propio Raventós, que acompañaba al ministro junto a otros altos cargos del departamento, confirmó el gran aumento habido en el gasto en medicamentos, estimado entre un 14% y un 16% según los cálculos oficiales, lo que supone en la Seguridad Social una desviación del gasto de unos 22.000 millones de pesetas. La razón de que este gasto se haya disparado, a pesar de que se ha logrado una disminución del 10% en el número de recetas, es, según los representantes ministeriales, que las empresas farmacéuticas promocionan más sus productos más caros, dentro del régimen de precios autorizados del sector.

El director del centro nacional de Farmacobiología, Antonio Vilacoro, hizo un resumen de las razones que han llevado a la prohibición de 101 especialidades farmacéuticas (en 126 presentaciones o formatos) en las que existen asociaciones de principios activos, entre los que se encuentran la fenilbutazona y la oxifenbutazona y sus derivados.

Indicaciones concretas

Otros medicamentos que contienen únicamente estos principios activos continúan permitidos, aunque exclusivamente para indicaciones muy concretas, como la artritis y la gota, y con la recomendación de que sólo se receten a personas con edades comprendidas entre los 14 y los 65 años. España es uno de los países que antes ha tomadó esta decisión, aunque se están produciendo decisiones similares en la mayoría de los países occidentales. Sobre esto, Lluch reconoció que se ha producido un retraso en la información a la opinión pública, aunque el ministerio es partidario de informar primero a los profesionales y empresas.Ernest Lluch facilitó el texto de una orden ministerial, de próxima aparición en el Boletín Oficial del Estado, por la que se regula la formación médica especializada en estomatología, con el propósito de establecer en la práctica una igualdad de oportunidades en el acceso a estas escuelas. Esta orden se inscribe en el proyecto ministerial de aumentar el número de dentistas existentes en España, número que se ha mantenido constante, en proporción a la población, desde 1963.

En los últimos días han aparecido también otras dos órdenes ministeriales esperadas por el personal sanitario. Una de ellas se refiere a la modificación del estatuto del personal de enfermería y auxiliar de clínica de la Seguridad Social, y la otra a la polémica sobre competencias y funciones de los técnicos sanitarios.