Del estraperlo a los planes de desarrollo
La primacía del aceite de oliva es tradicional en nuestro país, aunque ha sufrido diferentes fases. Desde finales de la guerra civil hasta principios de los años cincuenta, el aceite de oliva ocupa el primer lugar indiscutible en cuanto a consumo, aunque con una producción insuficiente. Es todavía la época del racionamiento, del estraperlo y del mercado negro.A partir de septiembre de 1953, coincidiendo con la firma de los acuerdos de Defensa y Ayuda Mutua con Estados Unidos, se produce la irrupción de los aceites de semillas en España. El Plan Marshall proporciona productos agrícolas excedentarios, particularmente soja, que permitirán equilibrar el fuerte déficit de grasas español.
A partir de ese momento, se decide cubrir esa carencia en el sector y comienza a fomentarse la expansión del olivar para cubrir las necesidades nacionales y poder incrementar las exportaciones. Éstas sufren un desarrollo importante en 1959, alentadas por una paridad de nuestra peseta, que hace especialmente competitivo al aceite de oliva español. Mientras tanto, soja y semillas similares siguen intervenidos, situación en la que permanecerán hasta que se crea el FORPPA. La política de expansión del olivar, recomendada por la propia FAO y el Banco, Mundial en el año 1965, llega a unos límites que comienzan a considerarse excesivos, y en el III Plan de Desarrollo, que contempla el período 1972-1975, se introducen los primeros pasos de lo que va a ser el Plan de Reconversión y Reestructuración del Olivar. Tras la liberalización de precios decretada en 1974, se produce un fuerte encarecimiento de los precios y una caída consiguiente del consumo, que incrementa los almacenamientos, y se plantea de nuevo la disminución de la producción.
En el momento en que se produzca el ingreso en el Mercado Común, España compartirá con Italia el primer lugar en cuanto a productores comunitarios de aceite de oliva. En estos momentos se desconoce la propuesta definitiva que la CEE entregará a España en este apartado, aunque, previsiblemente, planteará un acercamiento de los precios del aceite de oliva y los demás aceites de semillas.
