La resonancia magnética nuclear, modo de exploración inocuo de enfermos
La falta de peligro para los pacientes y la posibilidad de obtener una visión exacta y en tres dimensiones del interior del cuerpo humano son algunas de las ventajas más importantes de los aparatos de resonancia magnética nuclear (RMN), según el experto británico E. R. Andrew.En la actualidad sólo existen en todo el mundo 100 equipos instalados de RMN, 50 de ellos en Estados Unidos. En España se ha montado recientemente un equipo de exploración de este tipo en una clínica privada barcelonesa y al menos un hospital público de Madrid proyecta la adquisición de otro. Cada equipo tiene un precio aproximado de 200 millones de pesetas.
La resonancia magnética nuclear está revolucionando el campo de la exploración y diagnóstico, señaló Andrew, presidente de la Sociedad Internacional de Resonancia Magnética, en la conferencia con que se clausuró el curso de alta divulgación que se ha celebrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata de una técnica que sólo tiene dos años de vida en cuanto a sus aplicaciones clínicas, y que va a reemplazar probablemente tanto a los rayos X como a la tomografía axial computarizada (TAC) o escáner.
La principal ventaja de la RMN frente a otros métodos de diagnóstico muy avanzados, como el éscaner, es el hecho de que utiliza campos magnéticos en vez de radiaciones ionizantes para obtener las imágenes e información necesarias. Los científicos consideran que los campos magnéticos de baja potencia, como los utilizados en la RMN, no ofrecen riesgo alguno para los pacientes, explicó Andrew tras la conferencia, ya que el principal riesgo de la radiación electromagnética es el calor que produce en proporción a su nivel.
El fenómeno de la resonancia magnética nuclear fue descubierto de forma paralela, aunque independiente, en 1948 por los equipos de los investigadores norteamericanos F. Bloch y E. M. Purcell, que obtuvieron en 1952 el Premio Nobel por su descubrimiento.
En su aplicación a la medicina lo que hace es medir la densidad de hidrógeno en los tejidos. Los atómos de hidrógeno forman parte del agua, que está presente en todos los tejidos del cuerpo humano. Con la aplicación de un campo magnético se provoca la resonancia del único protón de cada átomo d hidrógeno, que emite la energía que luego se traduce en imágenes muy precisas del interior del cuerpo humano.
La respuesta en imágenes de los distintos tejidos es muy discriminatoria e incluso se obtiene una respuesta distinta de los tejidos de tumores malignos, lo que permite eliminar la necesidad de inyectar contrastes.
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