Programas conjuntos: del desacuerdo comunista a la unidad liberal
Los manifiestos electorales establecidos a nivel de toda la CEE por los diversos grupos del Parlamento Europeo de cara a las elecciones de esta semana para renovar dicha Cámara reflejan el grado de cohesión y europeísmo de las diversas formaciones: en un extremo, los comunistas, sin programa común electoral; en el otro, los liberales, que fueron los primeros en redactar la plataforma común; el mayor peso, para los democristianos, y la división interna más patente, por su carácter específico, la de los socialistas. Claro que estos manifiestos no son nada espectaculares.
La publicación especializada La Leitre Européenne ha establecido unos premios de fin de curso, ponderando la cohesión, la idea europea y el trabajo de los diversos grupos a lo largo de los últimos cuatro años de este Parlamento saliente. La palma se la llevan, con 8,5 sobre 10 de nota máxima, los liberales. Los demócratas europeos (conservadores británicos y daneses), el grupo más activo y disciplinado, consiguen la misma nota media. Pero a Lettre ha frenado, con un in suficiente en europeísmo, el ímpetu de Margaret Thatcher.Tras ellos, los cristiano-demócratas del PPE (Partido Popular Europeo) se clasifican con un 8, un muy bien en cohesión y en idea europea, pero no tanto en trabajo. Gracias a su apoyo salió adelante el proyecto de Tratado di Unión Europea, obra del italiano Altiero Spinelli (grupo comunista). Los socialistas, el mayor grupo del Parlamento, pero divididos sobre la idea de Europa y todo lo demás, salvo la política económica y social, se han de conformar con un 7, como los comunistas (que mantienen esta nota gracias a los italianos).
Los socialistas, primer grupo del Parlamento saliente, con 124 de los 434 escaños, sólo han logrado un manifiesto minimalista, "más que un café, un verdadero descafeinado", según un socialista italiano. Incluso en el capítulo del reforzamiento de las instituciones comunitarias hay una reserva de los laboristas británicos y daneses. Y en materia de defensa, poco de nuevo. Tan sólo se habla de la necesidad de cierta "independencia" por parte de Europa occidental.
Más poderes para la Comisión
EL PPE (117 escaños) pide en su manifiesto electoral un reforzamiento de las instituciones, con mayores poderes para la Comisión Europea, cuyo presidente debería ser nombrado por el Parlamento. El PPE sugiere que el Consejo Europeo (la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CEE) constituya en su seno un Consejo Europeo de Seguridad para concretar las responsabilidades europeas en el seno de la OTAN; y, entre otras cosas, pide una acción coordinada en la lucha contra el terrorismo y el tráfico de estupefacientes.
Los Demócratas Europeos (conservadores británicos y daneses, 63 escaños), en su manifiesto común, no van tan lejos como el programa electoral de Thatcher, quien rechaza tajantemente el abandono del veto para las decisiones en la CEE y cualquier reforma institucional. Lo que quieren es ver establecida una verdadera unión aduanera en Europa. Y se pronuncian a favor del ingreso de España y Portugal -esto lo hacen casi todos los demás-, a pesar del coste financiero que supondrá para la CEE.
Los comunistas y aparentados (48 escaños) no han logrado un manifiesto común. Por libre, los comunistas italianos -que en las notas antes citadas obtienen un 9 sobre 10- han sido los que más han trabajado y defienden con más ahínco la idea europea. Pero los franceses, griegos y daneses están en otra onda totalmente diferente.
Los liberales y demócratas (22 escaños) quieren reforzar las instituciones, pero se oponen a la idea de un "superestado europeo". Desean que la CEE se convierta en una Unión Europea, con una propia política exterior y de seguridad, señalando, no obstante, que la cooperación atlántica es esencial para la libertad. Están a favor de la economía social de mercado, y en su programa de lucha contra el paro dan prioridad a la formación profesional y al trabajo a tiempo parcial. En este grupo está la gente de Simone Veil, cabeza de lista de la oposición en Francia. Pero los gaullistas franceses forman su propio grupo separado en el Parlamento Europeo y se llevan la nota mínima de La Lettre (un 5,5 sobre 10).
La novedad de los 'verdes'
La novedad esta vez puede ser la entrada de los verdes en el Parlamento de Estrasburgo. Lograron un manifiesto común, pero a él no se sumaron quizá los más importantes: los grünen alemanes. Paz, desarme, ecología y no tributación de los beneficios reinvertidos son las bases de esta plataforma. Pero la sugerencia más original es, quizás, la creación de una segunda Cámara europea para las regiones, reflejo del hecho de que los verdes se han constituido en una Alianza Interregional Europea. Los que sean elegidos mantendrán una "solidaridad efectiva", representando formalmente también a los ecologistas que no hayan logrado escaños en sus propios países.
Más lejos aún en la dirección, del federalismo regionalista va el manifiesto de la Alianza Libre Europea, en la que participan partidos como el Nacionalista Escocés, el Fianna Fáil Independiente irlandés, el Volksunie belga, o, desde más afuera, Convergencia Democrática de Catalunya.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.