Paz Zamora: "La democracia no ha resuelto los problemas heredados de la dictadura"
Pregunta. Se aprecia en Bolivia una gran decepción después de 18 meses de Gobierno de izquierda.Respuesta. Es una decepción comprensible. En efecto, el régimen democrático boliviano no ha resuelto hasta ahora ninguno de los grandes problemas heredados de la dictadura: ni el problema de la crisis económica ni el de la crisis política ni el de la crisis social. Lo único que ha resuelto es el problema de las libertades. La expectativa era muy grande. Había una conciencia colectiva de que ese cambio democrático tenía un gran contenido de transformación.
P. ¿Cómo trata el Gobierno de combatir esa decepción?
R. La gran respuesta fue reconstruir la Unión Democrática Popular (UDP) -coalición de Gobier no integrada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda, el MIR y el Partido Comunista- a partir de la reintegración del MIR al Gobierno el pasado mes de abril. Ahí comienza realmente el Gobierno udepista como un intento serio. Efectivamente, hay unos 18 o 19 meses que están perdidos. El caudal político de la UDP se ha desgastado muchísimo.
P. Los sindicatos consideran que las últimas medidas económicas responden a las exigencias del Fondo Monetario Internacional.
R. Si hubiéramos hecho fondomonetarismo aquí tendríamos que haber despedido a la mitad de los empleados de la Administración pública y tendríamos que haber cerrado el 80% de las fábricas porque no son rentables.
P. ¿Cómo piensa reaccionar el Gobierno a la presión de los sindicatos?
R. En estos 18 meses el Gobierno ha destruido su instrumento político para llegar a la masa. Ha perdido también credibilidad Pero, además, no ha podido construir un aparato de Estado. Por ejemplo, la dictadura sabía cómo resolver los conflictos: sacar tanques a la calle, exiliar a los dirigentes, matarlos....
El Estado democrático no sabe todavía cómo hacer frente a los conflictos y no tiene los instrumentos para hacerlo. Por ejemplo, cuando los militares se fueron se llevaron todo lo que había en el Ministerio del Interior: archivos, metralletas, vehículos... Y el Estado en 18 meses no ha podido instalar un servicio de seguridad, porque no tiene dinero.
P. ¿Qué sabe de la presencia en el país de grupos civiles armados?
R. Aquí hay grupos armados en un sentido y en otro. Una de las debilidades del Gobierno democrático ha sido os grupos paramilitares. Durante el proceso democrático ciertos sectores de la izquierda han intentado también armarse, desde los grupos ultras que se preparan para la guerra popular hasta otros grupos, incluso ligados de alguna manera a sectores del Gobierno, que consideran que es una ingenuidad no prepararse para un golpe. A nosotros nos parecía un juego de niños armar a grupos que, en definitiva, -no van a resolver nada.
P. ¿Cuáles son en estos momentos las posibilidades de que se produzca un golpe de Estado?
R. El peligro de golpe de Estado siempre está latente. Cuando comenzó este proceso, en octubre de 1982, puedo decir que las Fuerzas Armadas se habían puesto auténticamente en la vía del proceso democrático.
Aún más: es la institución que más limpieza interna hizo de todas las instituciones del país; pero en la medida en que el proceso no marchó como debía, esta solidez de convicción se fue haciendo más frágil, y los sectores desplazados empezaron a encontrar un caldo de cultivo mayor a su prédica de retorno al pasado.
'El narcotráfico se ha democratizado'
P. El narcotráfico ha aumenta do considerablemente con el régimen democrático. ¿A qué obedece esto?R. Digamos que durante el régimen democrático se ha democratizado el narcotráfico. Durante el régimen militar el narcotráfico estaba en pocas manos y muy ligadas a las estructuras del poder gubernamental. Lo que ha ocurrido ahora es que, por la crisis económica, por la falta de control de un Estado democrático que no tiene medios, se ha empezado a democratizar el narcotráfico en el sentido de que han empezado a surgir infinidad de pequeños narcotraficantes.
Hay otro problema, y es que amplios sectores ligados al narcotráfico, como los campesinos que cultivan la coca, en democracia pueden expresarse; y cuando se han querido hacer aquí planes para limitar el cultivo de la coca, han salido sindicatos campesinos a la calle en manifestación, exigiendo que el Gobierno no haga ninguna intervención en el cultivo de la coca.
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