Los comunistas italianos apoyaran la reelección de Pertini como presidente

Los comunistas italianos darán su voto para la reelección de Sandro Pertini como presidente de la República el año próximo. La noticia fue comunicada por el mismo secretario general del partido, Enrico Berlinguer, con estas palabras textuales, a las que ayer dio gran relieve toda la Prensa italiana: "No nos arrepentimos de la elección que hizo el Parlamento. Pertini ha sido, y lo es hoy, un gran presidente, goza de buena salud, puede ser reelegido y nosotros lo volveremos a votar".

Las palabras del líder comunista son además muy significativas porque había sido el mismo Pertini quien no hace mucho había afirmado abiertamente: "Muchos de los que me votaron entonces no volverían a hacerlo hoy", refiriéndose al hecho de que a muchos políticos no les ha gustado la franqueza y el inconformismo con los que el anciano socialista ha guiado este país.Berlinguer dio además el anuncio a la misma hora en la que Juan Pablo II visitaba oficialmente el Quirinal, antigua residencia veraniega de los papas. En una viñeta de Il Messaggero, el Papa dice a Pertini: "Uno que lucha tanto por la paz debe ir al cielo". Y Pertini, que no es creyente, responde: "Quizá, pero no en los próximos siete años, Santidad".

La noticia de que los comunistas están dispuestos a reelegir a Pertini ha sido, en efecto, un terremoto político. Primero porque, como es sabido, sin los votos comunistas hoy es imposible ser reelegido en este país presidente de la República. Segundo porque si lo votan los comunistas, ¿podrían no votarlo los socialistas? Tercero porque se les escapa a los democristianos la esperanza de recuperar el Quirinal, cosa que daban ya por segura ahora que los socialistas han conquistado por primera vez la presidencia del Gobierno. Y por último, paradójicamente, el anuncio comunista crea problemas a los mismos socialistas, ya que si Pertini, y por tanto un socialista, sigue al frente de la jefatura del Estado, es evidente que los democristianos exigirán inmediatamente que se les devuelva la presidencia del Gobierno.

Y los socialistas acabarían en realidad perdiendo, ya que en el fondo Pertini es un socialista, pero no sirve para los equilibrios internos de la política porque es incapaz de prestarse a bajos compromisos de poder.