El primer, ministro libanés, Rachid Karame, pide gobernar por decreto durante nueve meses para superar la crisis
El primer ministro libanés, Rachid Karame, solicitó ayer al Parlamento poderes extraordinarios para su Gobierno durante un período de nueve meses. Karame, que presentó ante el Parlamento el programa del Gobierno de unión nacional, constituido hace un mes, justificó su petición por la precaria situación por la que atraviesa el país.
"Necesitamos vuestro consentimiento para gobernar por decreto durante nueve meses", afirmó Karame, "porque este Gobierno excepcional se ha constituido para hacer frente a una situación excepcional".El Parlamento volverá a reunirse el próximo martes para comenzar el debate sobre el programa presentado ayer por el Gobierno de Karame ante 67 de los 99 miembros que integran la única Cámara legislativa libanesa.
Karame explicó los cuatro pilares en los que se basará la política de su Gobierno formado por los más importantes jefes de las milicias armadas y de los partidos políticos, mitad cristianos, mitad musulmanes y que incluyen la liberación de todo el territorio libanés -ocupado en gran parte por Israel y con la presencia en otra gran parte del Ejército sirio-; la consolidación de la seguridad y de la estabilidad; la solución de los problemas sociales, ecohémicos y de reconstrucción; y, por último, las reformas políticas. "Todo lo que intentamos hacer depende de la seguridad, del fin de la guerra", afirmó Karame. El programa de Gobierno presentado ayer por Karame a la Asamblea ha sido calificado por la Prensa libanesa como una "nueva carta nacional" por lo que, de hacerse realidad, supondría de cambio en las estructuras políticas en funcionamiento hasta ahora.
Aunque el Gobierno ha pedido un plazo de nueve meses para gobernar por decreto, el plazo que el país le da para demostrar su capacidad es menor. Incluso el ministro de Hacienda, líder cristiano del Frente Libanés y ex presidente de la República, Camille Chamoun, fijaba en tres meses el período que tiene el Gobierno "para probar su eficacia". Si no demuestra ésta, dice Chamoun, "debería dimitir".
Sin embargo, Chamun afirmó ayer en París, donde se encuentra de visita, que "todo el Gobiemo está de acuerdo sobre las cuestiones esenciales; sólo queda", añadió, "perfilar los detalles".
De los nueve ministros que integran el Gobierno, siete han asistido a la sesión del Parlamento, incluso el líder chiita de Amal, Nabih Berri, que hasta ahora nunca había pisado la Cámara.
Las ausencias han sido la de Chamoun, por encontrarse en Paris, y la del jefe de los drusos, Walid Jumblat, que excusó su presencia por motivos de seguridad.
La calma ha reinado en Beirut y no se ha producido incidente alguno durante la sesión, pero en previsión de que se produjesen altercados o ataques, un grupo de 47 diputados, mayoría, había firmado de antemano su voto positivo a la confianza del Gobierno.
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