La elevación del coeficiente de control monetario al 12% decidida por el Gobierno sorprende a bancos y cajas de ahorro

El anuncio del ministro de Economía y Hacienda de que se va a elevar el coeficiente de control monetario -o coeficiente térmico, como se le conoce en los medios financieros, ya que es el que bancos y cajas vienen cubriendo voluntariamente a raíz de las conversaciones de Rafael Termes (presidente de la patronal bancaria) con las autoridades monetarias- del 10% de los depósitos al 12% ha sorprendido en el sector porque significa, en su opinión, que el déficit del sector público debe seguir creciendo por encima de las previsiones oficiales y que el Gobierno se muestra incapaz de controlarlo. La Administración, por su parte, señala que se trata simplemente de una medida para drenar la liquidez del sistema que puede producirse por la fuerte entrada de divisas que se espera tenga lugar en los meses de verano como consecuencia del turismo.En la actualidad la Administración, a través del Banco de España, tiene congelado el 18% de los depósitos de bancos, cajas de ahorro y otras instituciones financieras mediante la aplicación del coeficiente de caja. Además de esta importante cantidad, cerca de tres billones de pesetas, los bancos y cajas de, ahorro aceptaron destinar el 10% de sus depósitos a la compra de pagarés del Tesoro para ayudar al control monetario y a la financiación del déficit del sector público. Miguel Boyer, en su intervención tras el Consejo de Ministros del miércoles pasado, señaló que el Gobierno va a aprobar mediante un decreto ley, a la espera de que esté preparado el proyecto de ley del coeficiente de inversión, que el coeficiente de regulación monetaria pueda llegar a fijarse en el 12% en lugar del 10% en que primitivamente se pensaba.

Desviar el déficit

Ello supone que el Gobierno tendrá la posibilidad de congelar hasta cuatro puntos más de los depósitos de las instituciones financieras, ya que podrá elevar el coeficiente de regulación monetaria y el de caja que actualmente está dos puntos por debajo de su máximo legal. Esta posibilidad permite que la Administración congele hasta 600.000 millones de pesetas adicionales de los que actualmente tiene. Las razones esgrimidas por la Administración se centran en que en los próximos meses de verano la entrada neta de divisas será muy fuerte, ya que se espera una importante llegada de turistas. Ello puede originar una situación de liquidez importante que eche por tierra los objetivos de política monetaria establecidos por la Administración para 1984. El Ministerio de Economía parece haber decidido que si tiene que elevar los coeficientes va a inutilizar recursos a un coste mayor para mantener la cuenta de reultados de los bancos y cajas de ahorro. Si decidieran utilizar los dos puntos de coeficiente de caja que aún quedan podrían retribuir estos recursos al 13,5%, no retribuirlos o hacerlo a un precio medio resultante del 6,75%. Eligiendo la vía de los pagarés, el precio será superior, ya que estos títulos tienen una rentabilidad en torno al 15%.

Para los expertos de las instituciones financieras privadas, la decisión del Gobierno sólo puede obedecer a razones de desviación del déficit del sector público. Las últimas cifras de crecimiento de la masa monetaria que se conocen, las correspondientes al mes de abril, no parecen justificar la medida adoptada.

A finales de abril el déficit del sector público estaba situado en 695.145 millones de pesetas y en mayo parece que se ha ido reduciendo lentamente hasta situarse en torno a los 630.000/650.000 millones de pesetas.

Por ello no se entiende en los medios financieros privados -que además no fueron avisados con anterioridad, como venía siendo habitual- que contando con una capacidad de drenar liquidez en tomo a 320.000 millones de pesetas el Estado decida preparse, por la entrada de divisas, mediante una ampliación hasta 640.000 millones de pesetas. Sólo una desviación importante en el comportamiento del déficit del sector público justificaría, en su opinión, la adopción de tal medida por parte de las autoridades.