Reagan visitará Irlanda, 'desembarcara' en Normandía y asistirá a la 'cumbre de los siete'

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, inicia mañana una gira de 10 días por Europa, en la que visitará Irlanda, Francia y el Reino Unido, donde participará en la cumbre de las siete primeras potencias industrializadas del bloque capitalista: Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, República Federal de Alemania, Francia e Italia. El viaje, al mes de la histórica visita de Ronald Reagan a China, tiene también aspectos electoralistas para el veterano presidente, que, a sus 73 años, es candidato a su eventual reelección al frente de la Casa Blanca en las presidenciales del próximo 6 de noviembre.

En Irlanda, primera etapa del viaje, Reagan y su esposa, Nancy, visitarán la pequeña localidad de Ballyporeen, en el condado de Tipperary, donde en 1829 nació Michael Reagan, el abuelo del actual presidente de Estados Unidos.Reagan se entrevistará con el primer ministro de la República de Irlanda, Garret Fitzgerald, y se dirigirá a los europeos desde el Parlamento irlandés.

La etapa irlandesa del presidente norteamericano -que ha originado serias protestas en los medios católicos irlandeses, en señal de oposición a la política intervencionista de Estados Unidos en Centroamérica- tiene connotaciones electoralistas para Ronald Reagan ante el peso específico de los norteamericanos de origen irlandés. "Sólo me mueven razones personales", manifestó ayer Reagan, restando importancia a estas valoraciones.

Desde Irlanda, el presidente norteamericano viajará a las costas de Normandía, en Francia, para asistir a los actos conmemorativos, el 6 de junio, del 40º aniversario del día D, que marcó el desembarco de los aliados en el continente durante la segunda guerra mundial. En Pointe du Hoc, Ronald Reagan colocará una placa conmemorativa del desembarco de las primeras. unidades estadounidenses.

La etapa más política del periplo del presidente llegará con su participación en la cumbre de los siete, del 7 al 9 de junio, en Londres, donde los asuntos políticos se intercalarán con los económicos. Reagan insistirá en la posición estadounidense de mantener la firmeza ante los soviéticos y en la situación en el golfo Pérsico. La coordinación de la lucha antiterrorista también estará, a iniciativa británica, en la agenda.

En lo económico, Reagan deberá afrontar, una vez más, las críticas por el empeño estadounidense de mantener unos altos tipos de interés bancario y un fuerte déficit público. En realidad, Reagan aguantará el aguacero, como lo hizo en las anteriores cumbres anuales donde participó: Ottawa, Versalles y Williamsburg.

Por otra parte, Reagan podrá demostrar que, al menos, para EE UU, su doctrina económica es positiva, al mantener una precaria recuperación económica de cuya continuidad, guste o no a los líderes europeos, dependerá en gran parte la posible reelección de Reagan el próximo mes de noviembre.