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ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO / BÉLGICA

Bruselas espera una alta participación y trata de evitar que los comicios europeos pongan en aprietos al Gobierno

Andrés Ortega

Un 91,4% de los electores belgas depositó su voto en las urnas, en junio de 1979, con ocasión de las primeras elecciones directas al Parlamento Europeo. El próximo 17 de junio se espera una participación similar Todo hay que decirlo, el voto es obligatorio en Bélgica. No votar, sin justificación, conllevaría una reducida multa impuesta por un juez, aunque lista medida rara vez se lleva a la práctica. En Bélgica, la campaña electoral, dominada por las grandes cuestiones de la política nacional, comenzó bastante pronto, aunque no se deje notar en las calles. Las grandes concentraciones han sido bajo techo cubierto y principalmente los fines de semana. Una gran cuestión es saber si los liberales podrán mantener la fuerza de que han hecho gala en los últimos tiempos.

Para los 24 escaños belgas en Estrasburgo (11 para los valones y 13 para los flamencos), los electores de este país podrán elegir entre 14 listas, estando divicUdo el territorio nacional en tres circunscripciones (Flandes, Valonia y Bruselas) pero con sólo dos colegios electorales: el flamenco y el valón.El sistema electoral es proporcional. Pero el elector puede, o bien votar por una lista -con lo que aprueba así el orden de los nombres que figuran en ella- o bien por un candidato de una lista, haciendo así ver su preferencia frente a otro nombre de la misma lista. No se permite mezclar listas.

Por primera vez, en lista ocasión, podrán votar a estas listas los ciudadanos de países de la CEE residentes en Bélgica si lo han solicitado. Por lista razón, y por ser Bruselas el centro de la CEE, el Partido Radical Italiano de Marco Pannella intentó presentar una lista propia. en Bélgica para estas elecciones. A punto estuvo de conseguirlo legalmente. Pero, finalmente, fracasó. En este mismo contexto, el partido comunista italiano ha orgimizado en Bruselas del 17 al 28 de mayo la Festa de L'Unitá, con, mesas redondas y otros acontecimientos.

Reto nacional

El actual Gobierno de coalición democristiana-liberal que preside Wilfried Martens ha intentado evitar lo inevitable: que estas elecciones europeas se conviertan en un examen nacional. Así, su mensaje es que los desafíos modernos sólo pueden ser afrontados en el marco europeo. Pero los belgas no pecan de falta de europeísmo, y ésta no es la cuestión. Los socialistas han planteado el reto nacional, que han recogido los liberales. Éstos han conseguido mítines de gran participación -hasta 15.000 personas- atrayendo a ellos, entre otras grandes personalidades, a la que parece la gran estrella internacional de estas elecciones: la francesa Simone Veil.

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En 1979, los liberales consiguieron un 16,3%. En las elecciones generales de noviembre de 1981, 21,3%. ¿Podrán mantener el empuje que les ha sabido dar su m¡nistro de Justicia y vicepresidente del Gobierno, Jean Gol? Hastaa hora, junto a los socialistas, parecen los más combativos. Claro que, de cara al público, los democristianos han traído a sus mítines a gobernantes como el alemán Helmut Kohl y el holandés Rudd Lubbers.

Bélgica, tras haber conocido siete gobiernos entre 1977 y,1981, atraviesa un período de frágil estabilidad gubernamental. Los resultados de las elecciones del 17 de junio pueden causar problemas, al ser las primeras a escala nacional desde que llegó al Gobierno la actual coalición de centro derecha que ha llevado a cabo una drástica política de rigor económico, de difícil equilibrio político y regional.

Éste es el gran tema de la campaña. No son las diferencias en las concepciones de la construcción europea las que enfrentan a las grandes familias políticas.

Los socialistas flamencos presentan a su mayor figura, Karl van Miert, el hombre que más ha combatido los euromisiles, y los valones, a Ernest Glinne. Pero los democristianos flamencos, bajo el lema de "trabajo para los jóvenes", tienen como cabeza de lista a Bert Croux, casi un desconocido y le añaden, como cabeza de la lista de los suplentes, a monsieur Europe, el actual ministro de Asuntos Exteriores Léo Tindemans. Los liberales francófonos encabezan su lista con Michel Toussaint, presidente del Consejo de la Comunidad Francófona.

En 1979, los socialistas se llevaron siete escaños, los democristianos 10 (siete de ellos en Flandes), los liberales, cuatro, y tres escaños fueron a diversas formaciones. Ni los comunistas ni los ecologístas (con un 3,4% de los votos) lograron escaños en Estrasburgo. El 17 de junio se presentan en Bélgica a estas elecciones dos partidos ecologistas -los Ecolo-verdes, por los francófonos, y Agalev, por los flamencos-. Ésta puede ser una novedad.

Entre otros partidos con listas propias figuran el Volksunie (nacionalista flamenco), la Agrupación Valona (RW), Presencia Valona en Europa (PWE), el Frente Democrático de Federalistas de la Comunidad Francófona (FDFCF), el Partido Obrero Socialista y la Liga Revolucionaría de los Trabajadores.

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