España pide a la OTAN que apoye al 'grupo de Contadora'

España pidió ayer en la Asamblea Parlamentaria del Atlántico Norte que los países accidentales apoyen al grupo de Contadora para lograr la paz en Centroamérica. La Asamblea clausuró ayer su sesión de primavera reafirmando la voluntad occidental de proseguir el despliegue de los 572 misiles norteamericanos en Europa.El jefe de la delegación española en la reunión, el diputado socialista Manuel Medina, presidente de la comisión de Exteriores del Congreso de Diputados, subrayó que no todos los conflictos deben reducirse a una confrontación Este-Oeste y que hay "posibilidades regionales" de reducir las tensiones sin implicación de las potencias.

"En Centroamérica los países occidentales deberían confiar en la iniciativa del grupo de Contadora para reducir el nivel de confrontación y evitar las intervenciones militares del exterior, que poco contribuyen, como ha demostrado el pasado, a la paz", dijo Medina.

En lo relativo a la posición española ante la OTAN, el diputado español manifestó "haber notado una mayor tranquilidad en los parlamentarios de la Asamblea Alántica".

Con respecto a la cuestión de los euromisiles no hubo ninguna resolue ión formal -que la Asamblea sólo adopta en sus sesiones de otoño-, aunque los delegados que intervinieron en la sesión plenaria de ayer defendieron la doble decisión de la OTAN de 1979 (despliegue de los misiles y simultánea negociación con la URSS).

La mayor parte de los debates en comisión se centraron en los actuales problemas de las Alianza Atlántica como el contencioso greco-turco, la dificultad para la prevista instalación de los 48 misiles de crucero en Holanda y el incremento de los gastos europeos de defensa. El jefe de la delegación norteamericana, Charlie Rose, manifestó que si los países europeos no aumentan su contribución (a un 3% real al año) la OTAN "corre el riesgo de quedar sin sentido como organización de defensa".

En la presente sesion, por primera vez desde 1980, participó una delegación turca, lo que llevó a Medina a criticar la ausencia de libertades en Turquía. Casi todos los restantes parlamentarios, entre ellos el de Alianza Popular Manuel Cantarero del Castillo, defendieron la importancia estratégica del país y no cuestionaron la presencia de sus colegas turcos.