La 'sopa de letras' de la guerrilla

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que el próximo día 28 iniciarán un alto el fuego después de 30 años de lucha guerrillera contra el Ejército constituyen, con sus 9.000 hombres y sus 27 frentes desplegados por todo el país, el principal grupo rebelde de Colombia.Están consideradas como el brazo armado del Partido Comunita Colombiano, prosoviético, que, pese a ser uno de los partidos tradicionales del país, no pasa de los 100.000 votos. Es una organización con considerable disciplina interna, y se espera que los 27 frentes obedezcan la orden de silenciar las armas.

La aceptación del acuerdo de paz con el presidente Belisario Betancur por parte de las FARC parece responder a una decisión del partido comunista de reforzar su trabajo por las vías legales y buscar el apoyo popular que les ha faltado hasta ahora.

Las FARC, dirigidas por hombres de 70 años que han pasado su vida combatiendo, nacieron en los núcleos rurales, donde tienen sus principales seguidores, y ahora pretenden transformarse en el Partido Agrario Nacional.

El M-19 nació, por el contrario, en las ciudades, y ha reclutado fundamentalmente a profesionales y estudiantes. Su aparición en la escena política colomblana tuvo lugar el, 19 de abril de 1973 (de donde viene su nombre) con el robo de la espada de Bolívar, guardada en la quinta que el Libertador utilizaba durante sus viajes a Bogotá.

Las raíces del M-19 hay que buscarlas en la Alianza Nacional Popular (Anapo), inspirada por la dictadura de Rojas Pinilla, y en la frustración surgida en los sectores más progresistas del país cuando, en 1970, se le privó a esta organización de una victoria electoral que ellos creían haber obtenido.

Debido al acoso que en los dos últimos años ha sufrido el M-19 en las grandes ciudades por parte del Ejército, sus militantes tuvieron que refugiarse en las zonas selváticas, donde han ido perdiendo rápidamente fuerza, sobre todo desde que su líder Jaime Bateman desapareció en un accidente aéreo, hasta quedar reducidos a un grupo poco más que simbólico desde el punto de vista militar.

El M- 19 fue el primer grupo armado colombiano que planteó la posibilidad de un acuerdo de paz. Precisamente en Madrid, en el domicilio del secretario general de la Presidencia del Gobierno, Julio Feo, en una reunión mantenida en octubre de 1983 entre el presidente Betancur y los dos máximos dirigentes del M-19, Iván Marino Ospina y Álvaro Fayad. La organización se dividió poco después, y su comando más activo militarmente, el dirigido por Gustavo Arias Londoño, comandante Boris, llevó a cabo varias acciones desesperadas, como la toma de la ciudad de Florencia, en la que murieron más de 20 guerrilleros y un soldado.

El tercer grupo guerrillero del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), es el más radical; se opone a la negociación de paz y está sufriendo bajas importantes.