Polonia firmará en el curso de este año un acuerdo con la Santa Sede
En círculos polacos de Roma cercanos al Vaticano se da por seguro que antes de finalizar este año será firmado un concordato entre la Santa Sede y el Estado polaco. Este fue uno de los temas centrales de la entrevista de 36 minutos que el sábado mantuvieron Juan Pablo II y el presidente. de Polonia, Henrik Jablonski. En los ambientes eclesiásticos se asegura que quien tiene más prisa es el máximo dirigente de Polonia, general Wojciech Jaruzelski, ya que un concordato entre el Vaticano y Varsovia le daría gran realce internacional y de algún modo le devolvería el prestigio perdido por el golpe militar de diciembre de 1981.El paquete de acuerdos bilaterales está pendiente sólo de la firma. Pero, al parecer, la jerarquía de la Iglesia polaca pone como condición que sean liberados los últimos líderes encarcelados de Solidaridad y del Comité de Autodefensa Social (KOR); sólo así podrá congraciarse con su sector más progresista, que no ve con buenos ojos el acuerdo, alguno de cuyos puntos se han filtrado en Roma. El primer punto aborda el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Polonia y la Santa Sede.
Está ya también preparado lo que se va a llamar declaración de principios entre el Gobierno y el episcopado, que regulará las relaciones entre la Iglesia y el Estado en Polonia.
La Conferencia Episcopal polaca y las asociaciones religiosas podrán tener el reconocimiento jurídico que se les ha negado hasta ahora.
En dicha declaración de principios se confirma la autonomía de la Iglesia católica y de su misión pública y social"; el Estado renuncia al control del nombramiento de los párrocos y se acepta el principio de la libertad de la Santa Sede para nombrar los obispos.
Como contrapartida, la Iglesia católica reconoce el carácter laico del Estado polaco y acepta los principios fundamentales del sistema sociopolítico vigente actualmente en la patria del Papa Juan Pablo II.
El cardenal Jozef Glemp, presente estos días en Roma, ha hablado ya de un tercer viaje del papa Wojtyla a Polonia tras la firma del concordato.
