Los médicos pierden la esperanza de salvar a la niña vasca a quien se trasplantó el hígado
Estíbaliz Arzanegui, la niña vasca de 12 años a quien se trasplantó el hígado el pasado 25 de marzo, se encuentra en estado muy grave prácticamente no hay esperanzas de poder salvar su vida, según informaron ayer fuentes médicas de la Residencia Príncipes de España de Bellvitge, en cuya unidad de cuidados intensivos se encuentra internada. Tras la crisis cardiorrespiratoria que sufrió el viernes de la semana pasada, Estíbaliz Arzanegui entró en un proceso de empeoramiento del que no ha podido ser rescatada. Ayer por la tarde se encontraba en coma y los encefalogramas que se le practicaron apenas si registraron actividad.El parte médico facilitado a las 11.00 horas de ayer por los doctores Carles Margarit y Eduard Jaurrieta, autores del trasplante, indicaba que el estado neurológico de la niña seguía empeorando. Por la tarde, el pronóstico seguía siendo de muy grave. El doctor Margarit manifestó que no veía posibilidades de curación para Estíbaliz, pero añadió que ello no debía ser interpretado como un fracaso del trasplante de hígado en España pues las otras tres personas operadas por el mismo equipo médico en la Residencia de Bellvitge se encuentran fuera de peligro.
El trasplante efectuado a Estíbaliz Arzanegui ha sido el que mayor repercusión ha tenido sobre la opinión pública -más incluso que el primero, realizado a Juan Cuenca el 23 de febrero pasado- seguramente por tratarse de una niña que se encontraba desahuciada a causa de un carcinoma hepático muy avanzado. La noche del sábado, el programa Informe Semanal, de TVE, emitió un patético llamamiento del padre de la niña.
La posibilidad de encontrar un donante se produjo a las pocas horas, cuando los cirujanos ya habían desistido prácticamente de lograr un donante a tiempo. La coordinadora del programa de trasplantes renales de la Generalitat., la doctora Deulofeu, comunicó a los doctores Jaurrieta y Margarit que acababa de ser ingresado en la residencia Valle Hebrón, en estado sumamente grave, un niño de 10 años que había sido atropellado en Reus por un camión mientras paseaba en bicicleta.
La operación de trasplante, que se realizó el domingo y duró nueve horas, fue un éxito. Cinco días después, Estíbaliz abandonaba la unidad de cuidados intensivos, para ser instalada en una habitación ifimunizada del servicio de transplantes renales, donde fueron filmadas las primeras imágenes, en las que aparecía feliz y sonriente. Estíbaliz había sido incluso dada de alta y había pasado el sábádo, anterior paseando por Montjuïc. Una crisis de rechazo y posteriores complicaciones fueron seguidas de la crisis que le postró en coma.
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