El viaje del Rey a la Unión Soviética

HOY REGRESAN los Reyes de su viaje a la Unión Soviética, acontecimiento ciertamente histórico si se recuerda que ha sido la primerávisita de. un Jefe de Estado español a tierras rusas. Estas jornadas han puesto nuevamente de relieve la excepcional capacidad de don Juan Carlos para asumir "la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales", misión que la Constitución de 1978 le confía. Las palabras pronunciadas por el Rey ante las autoridades soviéticos recogieron, por lo demás, el espíritu y los propósitos de un viaje situado por encima de las agitadas circunstancias de una etapa de peligroso endurecimiento de las relaciones entre los bloques.Don Juan Carlos no rehuyó la tarea de hacer explícitas las características del régimen político qué España se ha dado por la libre voluntad de los ciudadanos y que tan profundamente se diferencia del aparato de poder soviético. El sistema democrático, basado en el respeto de las libertades individuales y asociativas, ha cerrado felizmente para los españoles un período de "largos años de enfrentamientos y difícultades". El Rey, tras agradecer al régimen soviético que nuestros exiliados hayan,podido éonservar sus características nacionales de origen, recordó a la comunidad española de Moscú el propósito de la Monarquía parlamentaria de crear "una España en paz que acoja a todos sus hijos, sean cuales sean sus circunstancias personales y sociales y sus orígenes ideológicos; una España que ningún español vuelva ya,a sentirse obligado a abandonar".

Don Juan Carlos se ocupó también de la deteriorada situación internacional, caracterizada por la interrupción de las negociaciones sobre reduccíón de armamentos, por el clima prebélico en que se debate la juventud y por la crisis económica, que castiga de una u otra forma a todos los países del planeta. "Debemos decir que nuestros pueblos temen y no comprenden los vientos de guerra que hoy recorren el mundo, y que sufren dolorosamente las consecuencias de esta tensión en unas circunstancias en que las dificultades económicas afectan a todos los pueblos, más allá de barreras ideológicas y de diferencias de sistemas políticos y socioeconómicos". El Rey afirmó la voluntad de España de trabajar en favor de la distensión internacional, compatible con "la defensa, la ampliación y el disfrute real de los derechos humanos, en su acepción más plena, donde quiera que éstos puedan verse amenazados". La convivencia entre países con sistemas diferentes no sólo es una posibilidad, sino también una necesidad, en consecuencia, uno de los propósitos centrales de la política exterior española será contribuir al "diálogo fructífero entre todas las naciones" y aplicar los mayores esfuerzos para mejorar la situación internacional en estos momentos".

La visita a la Unión Soviética de los Reyes, que exigía una delicada dosificación de diplomacia de Estado y de posiciones de principio, ha sorteado de este modo los escollos y las dificultades derivados de la larga interrupción de las relaciones entre los dos países, de los recuerdos asociados a nuestra guerra civil y a la segunda guerra mundial, de las sustanciales diferencias entre los regímenes políticos y los sistemas económicos de ambos países y de la delicada situación internacional. Lástima que los periodistas españoles que acompañaron a don Juan Carlos y a doña Sofía no tomaran ejemplo de su conducta y escenificaran un inoportuno boicoteo como desproporcionada represalia a las restricciones impuestas a los informadores en el recorrido por la Ciudad de los Cosmonautas. El corporativismo que anquilosa la vida española y bloquea los mecanismos críticos dentro de los grupos profesionales no debiera impedir a los periodistas reflexionar sobre sus propias equivocaciones.