Garaikoetxea asume ante 600 empresarios la defensa de la unidad de mercado para España

El presidente del Gobierno Vasco, Carlos Garaikoetxea, asumió ayer delante de más de 600 empresarios de todo el país la unidad del mercado español. "No queremos romper la unidad de mercado en España, ni la unidad de comunicaciones, ni ningún tipo de unidad esencial. Palabra de vasco. En la unidad de mercado todo está atado y bien atado y nosotros no la queremos discutir", contestó Garaikoetxea a las múltiples preguntas de empresarios que directa o indirectamente habían pedido al presidente del Ejecutivo vasco una definición contundente, sin ambigüedades, sobre esta materia.

El acto celebrado ayer en el hotel Palace de Madrid, dentro de los Encuentros culturales del País Vasco, fue una de esas escasas situaciones que tienen significación por sí mismas, al margen de lo que en ellas ocurra. El enorme poder de convocatoria del lendaraki era comentado por los centenares de empresarios que acudieron. José María Vizcaino, uno de los más caracterizados dirigentes patronales vascos, contó una anécdota que refleja el ambiente."José María Cuevas (próximo presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales) me ha comentado", dijo Vizcaino, "que ha habido mucha gente a la que asustaba venir a este acto". Pese a ello, ayer se concentró en el almuerzo la élite de los empresarios españoles, así como algunos políticos.

En las palabras del presidente vasco -que cerró el acto- destacaron las expresiones de solidaridad del pueblo vasco con el resto de los pueblos de España -"pero una solidaridad verdadera, no instituida por decreto ni con nocturnidad ni alevosía".

Garaikoetxea, que en varias ocasiones alabó la actuación de los empresarios en Euskadi, aprovechó el acto para decir en Madrid que "tengo la convicción moral de que no existe ningún tipo de connivencia del empresariado vasco con los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), lo que no significa que dentro de este colectivo no pueda haber alguna oveja negra".

Reiteró que en el Estatuto de Guernica y en la actuación del Gobierno vasco "no hay ningún atentado a ninguna unidad esencial como puede ser la unidad de mercado. Tenemos el hondo sentimiento de una nación vasca dentro de un Estado plurinacional".

Garaikoetxea, optimismta

Por último, el lendakari expresó el optimismo sobre la coyuntura económica vasca: "Hemos pasado", dijo, "de destruir 30.000 puestos de trabajo anuales a sólo 4.000 en el pasado ejercicio. Incluso en el último trimestre de 1983 se ha creado algo de empleo en Euskadi, y ello pese a las inundaciones. En cuanto al crecimiento, cuando nosotros llegamos había un descenso del Producto Interior Bruto del 13% y en el último trimestre de 1983 ha habido incluso un leve crecimiento positivo".

Previamente al lendakari, 15 empresarios tomaron la palabra, presentados por José Mario Armero, presidente de la agencia Europa Press.

Uno de los 15 empresarios intervinientes fue Manuel Gómez de Pablos (presidente de Iberduero), quien pidió un mejor entendimiento entre los Gobiernos de Madrid y de Vitoria; Claudio Boada (presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos) fue el primero que afirmó la necesidad de respetar la unidad de mercado.

Por su parte, Luis Solana (presidente de Telefónica) concretó esa unidad de mercado en el campo de las comunicaciones explicando que "existen tentaciones muy claras de romper la unidad de las comunicaciones", lo que, a su parecer no consentirá el Gobierno central.

Jesús Polanco (consejero delegado de Promotora de Informaciones, sociedad editora del diario EL PAÍS) afirmó que "casi todas las empresas tienen menos problemas de los que dicen que tienen"; opinó que una de las tareas más urgentes con las que se encuentran España y sus empresas es la de modernizarse y la necesidad de que existan medios de comunicación privados y plurales.

Comentó, refiriéndose a la publicidad y poniendo el ejemplo, de las televisiones autonómicas, la posibilidad de que se produzca una competencia desleal entre los medios de comunicación públicos y privados.

José María Vizcaino (presidente de la Asociación Democrática de Empresarios de Guipúzcoa), expresó su opinión de que en los últimos años se había producido una cierta fractura entre los empresarios vascos y los del resto de España.

Dijo rotundamente que al terrorismo había que combatirlo siempre dentro del marco legal y constitucional (aludiendo a los GAL), lo que le valió numerosos aplausos.