La solución de la crisis bancaria costará a los contribuyentes un billón de pesetas

La crisis bancaria que desde 1978 afectó de una, u otra forma a 51 bancos privados costará al Estado un billón de pesetas. El gobernador del Banco, de España, José Ramón Álvarez Rendueles, al presentar ayer la memoria del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), describió esta crisis como la mayor de Occidente desde el crack de 1929.El Banco de España ha prestado 439.500 millones de pesetas al FGD, cuyas estimaciones son perder alrededor de 587.500 millones de pesetas por 21 de los 51 bancos que han sufrido crisis desde 1978 y la han resuelto institucionalmente a través del FGD. De los datos facilitados por Álvarez Rendueles ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso se desprende que una cifra similar a la segunda será lo que costará a los contribuyentes el reflotamiento de dichos bancos. Con el medio billón de pesetas adicionales entregado a las 20 entidades expropiadas a Ruiz-Mateos y a la otra decena de bancos que no han pasado institucionalmente por el FGD se confirma que la crisis bancaria ha requerido un billón de pesetas y que éste será aproximadamente el volumen total de la operación para el Estado.

En la memoria del FGD correspondiente al pasado ejercicio -en la que por primera vez se efectúa un análisis global de la crisis registrada en 51 de los 110 bancos españoles, debido a que la autoridad monetaria la considera cerrada- el gobernador del 9anco emisor defendió las medidas tomadas para afrontarlas como las menos costosas, incluso si se miden sólo en términos económicos.Aunque calificó la crisis como la más profunda y costosa registrada en Occidente desde 1929, afirmó también que dejar caer a las entidades hubiera resultado a la larga más oneroso y no habría logrado mantener la confianza nacional e internacional en el sistema bancario. Agregó que uno de cada 10 españoles podría haber perdido buena parte de sus ahorros, al tiempo que se habrían desatado efectos en cascada sobre el resto del sistema bancario (las entidades insolventes debían a otros bancos 590.000 millones de pesetas) y sobre numerosas empresas y el propio Estado.

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