El defensor de Escobedo difunde una carta de un excéntrico preso que dice que mató a los Urquijo

Un interno de la cárcel Modelo de Barcelona, Eduardo Tagua Sedano, ha remitido a Rafael Escobedo, Rafi, que cumple condena en la cárcel de Carabanchel (Madrid) por el asesinato de los marqueses de Urquijo, la copia de una carta dirigida al juez en la que afirma la inocencia de Rafi, se declara a sí mismo "asesino" de los marqueses, y dice que actuó por una recompensa económica pagada por la propia familia, según el actual abogado de Rafi, Marcos García Montes. Fuentes penitenciarias oficiales catalanas revelaron a EL PAIS que el recluso citado se ha declarado autor en otras ocasiones de hechos delictivos que, posteriormente, se comprobó que no había cometido.

Fuentes de la Consejería de Instítuciones Penitenciarias y Rehabilitación de la Generalitat manifestaron a este periódico, según informa desde Barcelona Albert Montagut, que Eduardo Tagua, de 45 años, es muy conocido en la cárcel Modelo, donde ingresó la última vez el 26 de enero pasado, acusado de robo ante el Juzgado número 8 de Barcelona.Como característica peculiar de este preso, que consta en su ficha penitenciaria, figura el he cho de que no suele querer irse de la cárcel y, para impedir o al menos retrasar su puesta en libertad, acostumbra a declararse responsable de hechos delictivos -en algunas ocasiones, atracos imaginarios- cuya comprobación exige un período durante el que Tagua logra continuar en prisión. Las fuentes citadas no ofrecieron, sin embargo, ningún detalle concreto sobre anteriores autoinculpaciones de Tagua.

Marcos García Montes, abogado de Rafi, distribuyó ayer a los periodistas fotocopias del escrito de la carta y aseguró que el original ha llegado al juzgado al que iba destinada. La copia de la carta, sin fecha, aparece firmada por Eduardo Tagua. Sedano y está dirigida al Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid, que instruyó diligencias en el caso del asesinato de los marqueses de Urquijo, por el que la Audiencia Provincial de Madrid condenó a Escobedo, aunque la sentencia está pendiente del recurso de casación ante el Supremo. El mismo juzgado instruye también las diligencias del segundo sumario abierto sobre el tema, a consecuencia de las declaraciones efectuadas por Javier Anastasio, amigo personal de Rafael Escobedo.

El escrito firmado por Tagua consta de 14 líneas mecanografiadas, en las que el interno expone respetuosamente al juez que' "sabiendo V. I. que la muerte de los marqueses de Urquijo fue cometida por mí, Eduardo Tagua Sedano, no tengo más remedio que dar cuenta al Tribunal Tutelar de la Haya o a la Organización Internacional de los Derechos Humanos, ya que V. I. ha condenado a una persona inocente de ese delito y no al verdadero asesino, que soy yo, Eduardo Tagua Sedano. Los asesiné por una recompensa económica y me pagó la misma familia".

Rafi, sorprendido

El abogado García Montes informó que el matasellos del sobre dirigido a Rafi que contenía la copia de la carta era del 10 de abril de 1984. Añadió que ni él ni su defendido conocen al firmante de la carta, que en todo caso nada tiene que ver con otro recluso de Málaga que también se autoinculpó del asesinato de los marqueses de Urquijo.

Preguntado sobre si la misiva había sorprendido a Rafael Escobedo, García Montes contestó: "¡Sí, claro, cómo no se iba a sorprender!". Añadió que su defendido se había llamado para que pusiera diera la noticia a los medios informativos, porque "la considera importante".

Aseguró que, por su parte, había remitido Una fotocopia de la carta a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, ante la que el próximo día 2 de mayo se celebrará la vista oral del recurso de casación contra la sentencia que condenó a Escobedo a 53 años por la muerte de los marqueses de Urquijo, aunque su propósito no es retrasar dicha vista.

Por otro lado, Vicente Díaz Romero, que fue mayordomo de los marqueses de Urquijo, ha sido procesado como presunto autor de injurias y calumnias por una declaraciones publicadas en el semanario Interviú sobre el asesinato, por las que se querelló Diego Martínez de Herrera, administrador de los marqueses.