Cuatro años de desconcierto científico

El fenómeno del SIDA fue identificado formalmente en 1981, cuando los servicios de vigilancia epidemiológica de Estados Unidos detectaron un aumento en la prescripción de un medicamento que se utilizaba exclusivamente para tratar infecciones oportunistas (las que se desarrollan en enfermos que ya tienen una enfermedad previa muy grave). Poco después se detectó un aumento significativo de casos de infecciones por el germen neumocistis carinii y de sarcoma de Kaposi, un tumor que hasta entonces sólo se diagnosticaba en zonas del trópico y del hemisferio sur.Más tarde se observó una asociación entre estas dos enfermedades, que por sí solas ya van ligadas a una disminución del sistema de defensas inmunitarias. Se comprobó también el alto porcentaje de pacientes homosexuales. La coincidencia de estos tres factores hizo pensar que había aparecido una enfermedad nueva o que, más probablemente, una causa desconocida había hecho que una enfermedad hasta entonces desarrollada únicamente en el hemisferio sur llegara al hemisferio norte y se asociara a un agente oportunista y a las prácticas homosexuales.

Posteriormente se comprobó que la enfermedad no era exclusiva de los homosexuales (el 71 % de los casos), sino que afectaba también a otros grupos muy determinados: drogadictos (17%), personas nacidas en Haití (5%) y hemofílicos (1%). El restante 6% no puede incluirse en ninguna de las categorías anteriores.

La enfermedad se registró más en grandes ciudades (Nueva York, San Francisco, Los Angeles, Miami) y el país más afectado en el hemisferio norte fue EE UU. Hasta ahora se han diagnosticado en este país, con unos 200. millones de habitantes, más de 4.000 casos. En Europa, con una población similar, apenas si se han declarado 300 casos. Se observó también una preponderancia del síndrome entre los varones (14 de cada 15 casos), que se ha mantenido hasta la actualidad.

Para evitar la confusión de una enfermedad sin diagnóstico se constituyó en EE UU una comisión. de investigación que definió el SIDA como un conjunto de cuadros clínicos (síndrome) caracterizados por una alteración subyacente de la inmunidad celular y que se manifiestan esencialmente bajo la forma de sarcoma de Kaposi e infecciones graves por gérmenes oportunistas, en personas jóvenes previamente sanas".