Psiquiatría a la soviética

La muerte de Alexei Vasilievich Nikitin viene a subrayar la necesidad de emplear mayores esfuerzos para acabar con los abusos psiquiátricos que la Unión Soviética practica para suprimir la disidencia. En diciembre de 1980, Nikitin, ingeniero de minas de Donetsk, fue intemado en un hospital psiquiátrico tras haber puesto en contacto a dos corresponsales norteamericanos con mineros soviéticos, para que aquéllos pudieran obtener información de primera mano sobre las deplorables condiciones de vida y trabajo de los mineros en la Unión Soviética.Con anterioridad, Nikitin se había enfrentado a las autoridades por apoyar a los trabajadores en sus disputas con la dirección, a propósito de la injusta distribución de bonos y viviendas; en 1969 lideró una protesta de más de 100 mineros contra la actuación del Comité Central. Como consecuencia, fue expulsado del partido y, más tarde, despedido de su trabajo, pero continuó su campaña de ayuda a los mineros. Sus protestas sobre las peligrosas condiciones de trabajo de los mineros se vieron justificadas, en 1971, con la explosión en una galería, que causó la muerte de siete personas y numerosos heridos. Al año siguiente Nikitin fue ingresado, sin examen psiquiátrico previo, en el hospital especial Dnepropetrovsk, donde coincidió con otros muchos internados sanos, confinados por motivos nacionalistas, religiosos y otras disidencias. Tras haber sido puesto en libertad en 1976, fue sometido a repetidas vejaciones a manos del KGB y recluido de nuevo en clínicas psiquiátricas, donde fue tratado con peligrosas drogas.

El doctor Anatoli Koryagin, psiquiatra de la oficiosa Comisión de Trabajadores para la Investigación del uso de la Psiquiatría con fines políticos, examinó a Alexei Nikitin sin encontrar evidencia de que hubiera sufrido enfermedad mental ni desórdenes de carácter. A pesar de ello, Nikitin no se libró de posteriores intemamientos y perjudiciales tratamientos con drogas. ( ... ).

La evidencia de los abusos psiquiátricos por parte del KGB es abrumadora y ha sido sancionada al más alto nivel. La carrera de Andropov manifestó la clara interrelación existente entre los órganos de represión y el liderazgo. ( ... ).

La Asociación Internacional sobre la Utilización Política de la Psiquiatría presentó tantas evidencias incriminatorias irrefutables que forzaron, el pasado año, la dimisión de la Sociedad Soviética de Psiquiatras de la Asociación Mundial de Psiquiatría, antes de afrontar su expulsión en el Congreso de Viena. Existen testigos oculares, no sólo numerosas víctimas ahora ex¡liadas en Occidente, sino también reconocidos psiquiatras soviéticos que se han rebelado contra la manipulación de su profesión y que se han visto forzados a emigrar. ( ... ).

Muchos de estos casos se han beneficiado por su denuncia en Occidente, pero la muerte de Nikitin y las torturas del doctor Koryagin muestran que la publicidad no basta. Las cartas y llamadas telefónicas a los líderes soviéticos y a las autoridades sanitarias pueden ser efectivas, pero los Gobiernos occidentales deben realizar esfuerzos mucho más determinantes a través de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales.