Negociar con Gadafi

La negociación diplomática no suele ser tarea fácil. Pero negociar y buscar soluciones con autócratas irracionales como el coronel Gadafi debe ser deprimente. El revolucionario del desierto norteafricano le ha aclarado a la dama de hierro y heroína de las Falkland los sucesos de St. James's Square.Sin mediar provocación, fuerzas policiales británicas armadas habrían atacado la Oficina Popular, informaba Gadafi recientemente en una entrevista televisada. Y añadía que, por tanto, esperaba le fuera dada una satisfacción desde Londres. Sin embargo, el Reino Unido debería estarle agradecido, ya que, pese a que su pueblo estuviera muy enfurecido ( ... ), Muamar intentaría que las "masas" no tomaran represalias contra 8.500 ciudadanos británicos residentes en Libia. Si Margaret Thatcher retirara inmediatamente las fuerzas acosadoras y dejara salir a los diplomáticos cercados, Gadafi estaría, generosamente, dispuesto a olvidar este episodio. La policía muerta lo habría sido por sus propios compañeros.

( ... ) El auténtico problema estriba en que no se tiene la certeza de que el coronel libio se crea realmente su versión de los hechos. En cualquier caso, él quiere negociara partir de su historia, y esto limita aún más el reducido espacio de maniobra de la diplomacia británica. Además, existe una amenaza seria sobre los británicos residentes en Libia. A Londres no le queda más elección que, rechinando de dientes, buscar una solución, que no aportará justicia alguna pero que resolverá lo más rápidamente posible un conflicto con un psicópata político.