El PSC plantea la última semana de campaña electoral como una cruzada contra la abstención

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) plantea la última semana de campaña electoral como una batalla frontal contra la abstención, un contrincante al que combaten con la misma animadversión que a CiU. Intentarán movilizar al máximo a los electores de los barrios obreros donde se concentra la población inmigrada. Ayer en Sant Boi de Llobregat, en el mitin del PSC, participaron también un cuadro flamenco y un conjunto de rock, en un esfuerzo por atraerse a la juventud y al inmigrante andaluz. Intervino el ministro de Sanidad.

"Tenemos un adversario callado que no da la cara, que sólo murmura, que dice que todos los políticos son iguales y que votar no sirve para nada: es la abstención. No dejéis que se pierda ningún voto de trabajador, de joven. El voto que no se deposita en la urna va a parar directamente a la derecha , afirmó ayer el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Raimon Obiols, en su intervención en un mitin en Sant Boi de Llobregat.Obiols explicó a los 800 oyentes que asistían al mitin que para los socialistas la apuesta en estas elecciones es "no sólo ser los primeros sino ser más que las dos derechas que hay en este país, AP y CiU". "La derecha pesca votos siempre con redes de distinto tamaño, pero al final echa los peces en el mismo cesto".,. dijo.

El candidato socialista explicó que su partido quiere ganar estas elecciones para poder aplicar desde el Gobierno catalán una política de mejora de la enseñanza, para emprender la reforma de la sanidad y llevar a cabo una política industrial. Aseguró que el Gobierno de CiU se ha limitado a favorecer a las empresas de un grupo de "parientes y amigos del presidente Pujol", entre los que citó a Antoni Subirá y Lluís Prenafeta. "Esto le impide mirar cara a cara a la gente. Por ello yo le he pedido un debate, para que deje de esconderse debajo de la mesa y detrás de los anuncios en la Prensa y explique al pueblo de Cataluña qué ha hecho su Gobierno con el dinero de todos".

El ministro Lluch

En el mismo mitin intervinieron el alcalde de Sant Boi, Xavier Vila; el primer secretario de la UGT del Baix Llobregat, José María Rañé, y el ministro de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch. El alcalde denunció que las visitas de Pujol y varios consellers efectuadas en los últimos meses tenían por único objetivo aparentar que se ocupaban de la ciudad. Rañé explicó que en el Baix Llobregat, hay ahora el doble de obreros en paro que en 1980 cuando empezó el mandato del Gobierno Pujol.El ministro de Sanidad recordó, hablando, como Obiols, un rato en catalán y otro en castellano, que el Gobierno conservador de CiU se ha negado a emprender en Cataluña la reforma sanitaria, y explicó que en el resto de España los afiliados a la seguridad social pueden escoger a su medido, cosa que no sucede en Cataluña.

Recordó también que el Gobierno del PSOE ha mantenido una relación respetuosa con el de la Generalitat "porque el pueblo de Cataluña no tiene la culpa de tener un Gobierno conservador" y puso como ejemplo que sólo ha interpuesto tres recursos de competencias, mientras el anterior Gobierno, el de la UCD, que recibía apoyo parlamentario de CiU, interpuso 21 recursos contra acuerdos de la Generalitat. "Yo no digo que Pujol sea un mentiroso", ironizó Lluch, "pero no siempre dice la verdad" cuando afirma que las relaciones con el Gobierno central son peores con los socialistas.

Todos los oradores insistieron en que éstos garantizan con su política que en Cataluña "no haya catalanes de primera y de segunda "Cataluña no es más de un ex banquero del paseo de Gracia que de sus seis millones de ciudadanos", afirmó Obiols.