Los socialistas vuelcan a sus ministros en el cinturón industrial barcelonés
Uno de los escaparates mas vistosos de la acción del gobierno del Gabinete de Jordi Pujol ha sido el cultural. La tarea desarrollada es ciertamente vastisíma , y se corresponde al volumen de los traspasos en el ámbito cultural , en el que la Genralitat tiene competencias exclusivas. Destaca la labor desarrollada en el terreno de la normalización de la lengua catalana, gracias fudamentalmente al consenso existente. Este hecho no ha impedido, sin embargo, que se hayan producido diversas acusaciones de discriminación. El presupuesto de Cultura de la Generalitat, que oscila entre el 1,43% en 1981 y el 1,39 % en el último ejercicio, es proporcionalmente mayor que el correspondiente al departamento de la administración central
Tal como se pensaba, el cinturón industrial de Barcelona se está transformando en el escenario electoral propiamente dicho. Los principales partidos que concurren a las elecciones al Parlament bombardean sistemáticamente esta zona de población inmigrada, volcando sobre ella sus líderes estatales más destacados. Los socialistas fueron ayer particularmente beligerantes, desembarcando a varios de sus ministros, entre ellos el de Cultura, Javier Solana, mientras ya anunciaban la participación futura de otros, como el de Interior, José Barrionuevo. Esta presencia de ministros en la campaña fue justificada ayer por el dirigente socialista catalán Isidre Molas como una demostración de que los socialistas no rehuyen el debate sobre su actuación "cuando la derecha intenta convertir estas elecciones en una prueba de fuerza con el Gobierno del compañero Felipe González".Las poblaciones del área metropolitana, donde se concentra la mitad de la población de Cataluña, fueron visitadas por los titulares de Exteriores, Fernando Morán; de Cultura, Javier Solana; de Transportes, Enrique Baron, y de Sanidad, Ernest Lluch. Al final, el de Defensa, Narcís Serra, se quedó en Madrid, obligado por el consejo de guerra que se celebra por la conspiración militar del 27 de octubre. El alcalde de Madrid, Enrique Tierno; la secretaria de organización del PSOE, Carmen García Bloise; el secretario de Estado para el Deporte, Romà Cuyàs, formarán parte también de esta romería, que tanto criticaron los socialistas a UCD en 1980.
"La derecha quiere ganar el día 29 en Cataluña para poder decir luego que la mayoría electoral del 28-O en España se ha disuelto", dijo Molas en un mitin celebrado en Sant Boi de Llobregat, en el que la estrella invitada era Solana. Para los socialistas, lo que en realidad se juega en estas elecciones es la mayoría en Cataluña, no en España: "Pero como no rehuímos la explicación de nuestra actuacion en el Gobierno de España, aquí estarnos".
Jordi Pujol, en cambio, se movió ayer por una zona de Cataluña que le es más propicia, la del interior, donde el PSC le ha robado voto en las pasadas elecciones. En Vic y Manresa lo dejó claro al decir que Convergència i Unió no busca sólo el voto de su electorado, sino que aspira a obtener "el de muchos ciudadanos que votaron a los socialistas en las pasadas elecciones generales y ahora se arrepienten de ello, ante el incumplimiento de sus promesas".
La Coalición Popular cambió de táctica, aprovechando que Fraga retornaba a Madrid, y se gastó varios millones de pesetas cerrando el Parque de Atracciones barcelonés de Montjuïc, y ofreciendo una fiesta a los niños. El planteamiento era bien claro: "Si la política ha de hacer feliz a la gente", dijo su candidato Eduard Bueno al final de la "feliz jornada", "hoy lo hemos conseguido". Comunistas y las dos formaciones de esquerra, ERC y Entesa de la Esquerra, se quedaron en Barcelona. Los unos paseando al alcalde de Córdoba, Julio Anguita, y reclamando "un verdadero cambio", y los otros, celebrando la República.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.