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El golpe de Honduras, paso a paso

El comandante en jefe del Ejército hondureño hace profesión de fe democrática

El comandante en jefe de las fuerzas armadas de Honduras, general Walter López, hizo a mediodía de ayer una encendida profesión de fe democrática y de sumisión al poder civil en su primer mensaje al país, pronunciado desde el cuartel general de la fuerza aérea. Poco antes había jurado su cargo ante un Congreso fuertemente custodiado por tanquetas y soldados. Una escuadrilla de aviones de combate y cuatro helicópteros sobrevolaron la sede del palacio legislativo, lo que se explicó como una muestra de adhesión al nuevo jefe militar.El general López, de 43 años, citó el artículo constitucional que determina el carácter apolítico, profesional, obediente y no deliberante de las fuerzas armadas, cuya misión, dijo, es mantener la integridad y la soberanía, la paz y el orden, el imperio de la constitución y los principios de libre sufragio.

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El Ejército, como parte del Estado, no puede atentar contra el poder legalmente constituido, sino que debe, por el contrario, defender el sistema republicano, democrático y representativo. En virtud de ello, respeta al Gobierno y acata su dirección, moviéndose dentro del marco legal, no fuera o sobre él. "Asumir funciones reservadas a otros organismos queda atrás, como una etapa superada".

Con cierto énfasis, dijo que los oficiales entienden la apoliticidad de la institución castrense como el principio más serio para construir una sociedad armónica y pacífica. Junto con la lealtad al poder civil, exaltó también la necesidad de una conducta honesta.

Calificó la reestructuración militar como un hecho patriótico que enaltece al Gobierno y que se ejecutó bajo mandato presidencial para preservar la democracia, amenazada desde fuera de las fronteras "por doctrinas exóticas ajenas a la idiosincrasia hondureña". Este párrafo se interpretó como una alusión indirecta a Nicaragua. El hecho de ser la única supone ya un cambio sobre el discurso obsesivo de su predecesor.

La insistencia en el respeto a la Constitución y en la moralidad como virtud esencial de los militares se ha entendido como una crítica al general Álvarez, que ayer se trasladó a Miami, una vez que el Gobierno de Costa Rica levantó la prohibición de salida que pesaba contra él por una demanda judicial.

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