Con el proyecto JET, cuyo laboratorio se inaugura la semana próxima, la CEE apuesta por el futuro de la fusión nuclear
La Europa del futuro y la del presente se darán cita el 9 de abril en Culham (Gran Bretaña) para la inauguración oficial, dentro de los plazos y presupuestos previstos, del laboratorio JET (Joint European Torus) de la Comunidad Económica Europea (CEE), destinado a desarrollar el proyecto principal del Programa Europeo de Fusión Nuclear, el más avanzado del mundo en esta técnica, que intenta producir energía atómica a partir del hidrógeno, siguiendo el principio en que se basan las bombas llamadas, precisamente, de hidrógeno. Los reactores nucleares convencionales utilizan la fisión del uranio. El proyecto fue presentado ayer en Bruselas por el vicepresidente de la Comisión Europea, Etienne Davignon.
"En diciembre de 1983, los investigadores de JET pudieron hace pasar una corriente de tres millones de amperios durante dos segundos a través de un gas de hidrógeno de baja densidad, transformando éste en plasma", señaló Davignon. Este pasó es sólo e primero, recordó Davignon, pues se trata de llegar en la última fase del programa de fusión a conseguir temperaturas de unos 100 millones de grados centígrados, es decir, más elevadas que las existentes en el centro del Sol.Esto no será ya tarea del proyecto JET, pero a través de él se conseguirá la liberación de neutrones de alta energía que, en un futuro reactor de fusión, serán la fuente de calor que produzca electricidad.
JET es el proyecto más ambicioso del Programa Europeo de Fusión Nuclear, coordinado por el Euratom, la tercera de las Comunidades Europeas, y en él participan diversos laboratorios nacionales además del nuevo de Culham, que tiene un estatuto de empresa común.
Frente a la fisión, que libera grandes cantidades de energía al romper el núcleo del uranio o derivados, de lo que aquí se trata es de provocar reacciones nucleares -al estilo de una bomba de hidrógeno, pero controladas-, al unir dos átomos de deuterio y tritio (isótopos del hidrógeno). Dado que la materia prima (el deuterio) está en el agua de mar y es, por consiguiente, prácticamente inagotable, Davignon considera que éste método de producción de electricidad es el dél futuro.
Los productos resultantes de la fusión, fundamentalmente el gas helio, no son radiactivos, a diferencia de los residuos de la fusión nuclear. Además, teóricamente se puede conseguir más energía con menos combustible.
El principal problema técnico es encontrar para el recinto donde tiene lugar la fusión un sistema apropiado y un material que sea a la vez resistente y que no absorba calor.
Actualmente, el proyecto JET es el mayor tokamak del mundo (sistema de campos magnéticos para evitar que las partículas de alta energía toquen el toro -especie de cinlindroide cerrado sobre sí mismo-, donde se produce la fusión, pues de otra forma se perdería el calor) y cuenta con una tecnología más desarrollada que la de sus rivales en Estados Unidos y Japón, países con los que se cooperará.
Según el vicepresidente de la Comisión Europea éste sistema será la fuente generadora de electricidad hacia el año 2020, cuando se puedan construir auténticas centrales comerciales de fusión nuclear. Por ahora, durante los siete próximos años, el programa JET se dedicará a demostrar la posibilidad de utilizar la fusión nuclear como fuente de energía a largo plazo.
La CEE financia el 80%
El programa inicial JET, de cinco años de duración, ha sido financiado en un 80% por la CEE (620 millones de ecus -unidad de cuenta dela Comunidad- o 80.000 millones de pesetas desde 1978), en un 11% por el Reino Unido y el 9% restante entre los demás países de la CEE más Suecia y Suiza.El coste anual en la Comunidad de la investigación en el campo de la fusión nuclear es equivalente a un día de importación de petróleo en Europa.
Para abastecer el consumo mundial de electricidad bastarían 135 toneladas de deuterio, lo que equivale a 85.000 toneladas de uranio o 1.700 millones de toneladas de carbón. Davignon insistió en que el proyecto JET se ha construido según los cálculos presupuestarios previstos en 1975, cuando la Comisión Europea presentó su proyecto.
El 9 de abril serán inaugurados los laboratorios de Culham por la reina Isabel II de Inglaterra, el presidente de la Comisión Europea, Gaston Thorn, y el presidente en ejercicio del Consejo Europeo, François Mitterrand.
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