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El Consejo de Seguridad de la ONU condena el uso de armas químicas en la guerra del golfo

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó ayer firmemente la utilización de armas químicas en el conflicto irano-iraquí, tal como fue descrito en el reciente informe de los expertos publicado por la ONU, sin citar expresamente, sin embargo, a Irak

Antes de la adopción de la resolución, que fue leída por el presidente del consejo, el peruano Javier Arias Stella, el representante de Irán en la ONU, Said Rajaie Jorasani, criticó severamente el texto, estimando que el consejo no había cumplido "un trabajo serio". "Esperabamos", agregó Jorasani, "que el consejo hiciese un trabajo valiente y constructivo. El conflicto entre Irán e Irak es una cosa, y la utilización de armas químicas, otra".Las críticas iraníes se refieren a la esencia misma de la declaración, que no trata sólo del problema de las armas químicas sino que examina la guerra en su conjunto, dado que renueva los llamamientos del Consejo de Seguridad al alto el fuego y a la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.

El texto condena, además, todas las violaciones de los reglamentos humanitarios intemacionales en caso de guerra, haciendo una alusión a los bombardeos de las poblaciones civiles por ambas partes y a las acusaciones lanzadas por la Cruz Roja sobre los malos tratos que sufren los prisioneros, tanto iraníes como iraquíes.

La declaración ha suscitado igualmente críticas, si bien más moderadas, en los medios diplomáticos iraquíes destacados en la ONU, donde se lamentan que las precedentes resoluciones no hayan sido recordadas con mayor vigor y donde se señala que, contrariamente a cuanto han hecho los iraníes, Irak se ha declarado siempre dispuesto a respetar las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Por otro lado, fuentes del Departamento de Esfado, del Pentágono y de los servicios de inteligencias norteamericanos declararon ayer que EE UU tiene en su poder pruebas "irrefutables" según las cuales Irak ha utilizado armas químicas contra Irán y está terminando la construcción de grandes centros para la producción masiva de los denominados gases de mostaza.

Según estas fuentes, Irak adquirió de una empresa de la RFA material de laboratorio que puede ser utilizado para la construcción de estos centros.

El Gobierno de la RFA confirmó ayer que la sociedad aleman occidental Pilot Plant facilitó a Irak una fábrica piloto para la producción de insecticidas, pero excluyó que haya podido ser utilizada para la fabricación de los gases tóxicos. Al parecer, Irak posee al menos cinco centros, situados en zonas distintas, para la producción, almacenamiento y ensambla e de las armas químicas, construidos en auténticas fortalezas. subterráneas.

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