Encierro de los trabajadores de Valdecaballeros, en protesta por la paralización decretada por el Gobierno

Unos 1.800 trabajadores de la central nuclear de Valdecaballeros, situada en la provincia de Badajoz, se encerraron ayer en las istalaciones de la central, como protesta por la decisión del Consejo de Ministros de parar las obras de construcción de la central, en aplicación del Plan Energético Nacional (PEN). Según los propios encerrados, que realizan en su mayor parte trabajos de montaje, permanecerán encerrados hasta que el Ministro de Industria o algún representante del Gobierno les reciba. "Queremos explicarle los problemas que supondría para un gran número de familias de esta comarca la paralización de las obras, ya que se quedarían en la calle", señalaron.La decisión de encerrarse fue adoptada por los trabajadores de la central después de celebrarse una asamblea en la que mayoritariamente se había votado a favor de esa propuesta. Un portavoz de los encerrados señaló ayer por la noche que habían tratado de establecer contacto con el ministro a través de Mariano Abad, miembro de la federación del metal de UGT de Madrid, aunque sin éxito. En el comunicado que distribuyó el comité de empresa se pedía ayuda y alimentos "que es lo que principalmente necesitamos".

También a últimas horas de la noche, la Sociedad Nuclear Española difundió un comunicado en el que se oponen radicalmente a las medidas contenidas en el PEN aprobado por el Gobierno "por considerar que no hay argumentos técnicos que avalen las graves decisiones adoptadas". En la amplia nota distribuida se señala entre otras cuestiones que "a corto plazo, perderemos setenta mil puestos de trabajo directos (no reconvertibles) que, indirectamente, afectarán a otros doscientos mil más".

"Parón" incalificable

Se señala asimismo que se destruirán "500.000 millones de pesetas, que deberemos aportar entre todos los españoles", y que se producirán "restricciones o, como mal menor, dependencia de la red francesa". El comunicado de la Sociedad Nuclear Española afirma que este parón provocará una crisis total en el sector nuclear español, "que quedará extraordinariamente debilitado, por no decir inoperante, para trabajar de nuevo cuando los gobernantes perciban, en un futuro, que un país como España no puede permanecer entre los industrializados a finales del siglo XX sin el concurso de la energía nuclear". La SNE subraya que "parece absolutamente irracional haber necesitado 16 meses par "elaborar" un PEN que simplemente concluye en una paralización ya cantada de antemano y que afecta a las centrales que ya se sabía". "Es ilógico" añade "meter en el mismo saco de la paralización a centrales como Lemoniz, en paro forzoso por causas de todos conocidas, como Trillo II, sin empezar a construir, con centrales como Valdecaballeros, con más del 50% ya hecho". La SEN considera "incalificable" la decisión del Gobierno y subraya que "para este viaje no era necesaria ninguna alforja, ni tanto documento supuestamente técnico".

Los empresas eléctricas afectadas por la morataria nuclear -básicamente, Iberduero, Hidroeléctrica y Sevillana- han invertido unos 550.000 millones de pesetas en la construcción de las cinco centrales paralizadas, según informaron ayer fuentes del sector sobre la base de la segunda auditoría realizada por Arthur Andersen de los grupos nucleares en construcción. Sólo en Valdecaballeros se han materializado inversiones por un importe de 202.335 millones de pesetas, más 100.000 millones comprometidos en pedidos.