El Gobierno argentino aplica la ley sindical de la dictadura militar
El Gobierno radical de Raúl Alfonsín utilizará una ley del anterior régimen militar para reorganizar los sindicatos peronistas, según se anunció oficialmente. Esta medida se ha producido después de que el proyecto de ley de democratización gremial presentado por el Gobierno no lograse la aprobación en el Senado, donde los radicales no cuentan con la mayoría.El Gobierno consideró que, tras ser rechazado el proyecto de ley de reordenamiento gremial, no quedaba otra alternativa que usar una ley del gobierno de facto, "ya que su derogación importaría un virtual vacío jurídico". El anuncio oficial está contenido en un decreto por el que se nombra oficialmente al sindicalista Hugo Barrionuevo como mediador en las negociaciones Gobierno- sindicatos, para la reorganización gremial.
Barrionuevo tomará posesión hoy de su cargo, en un acto que presidirá el presidente, Raúl Alfonsín. Sus oficinas ocuparán el histórico edificio de la Confederación General del Trabajo (CGT), que esta central obrera reclamó recientemente. Según el decreto, el rechazo parlamentario del proyecto de reorganización gremial "ha dejado como alternativa inmediata" la aplicación de una ley militar. Esa ley facultaba al Gobierno militar a nombrar delegados interventores en todos los sindicatos y congelar sus fondos. En principio, el Gobierno de Alfonsín espera limitar las facultades intervencionistas que esa ley le otorga con el fin de llegar a la "ansiada regularización democrática de los sindicatos".
El secretario general de la presidencia, Germán López, afirmó ayer que el Gobierno cuenta con "una norma legal que no puede dejar de cumplir, por más que sea antipática". López y el ministro de Trabajo, Antonio Mucci, están considerados como los padres del proyecto de ley de reorganización sindical. "Hay ciertas leyes que a veces molestan al espíritu del gobernante que tiene a su cargo su aplicación" dijo López.
Barrionuevo, un moderado
Refiriéndose a la tarea de Barrionuevo, considerado como un sindicalista moderado próximo a las ideas de Alfonsín, López dijo que su gestión en las conversaciones Gobierno-gremios no puede entorpecer de ningún modo la labor del ministro Mucci.Barrionuevo "tendrá la tarea fundamental de obtener y legalizar un acuerdo respecto a cómo deben formalizarse los sindicatos".
