El Grupo Popular y la LODE

La distancia es el olvido, pero no tanto como para que el senador Juan de Arespacochaga pretenda que hayamos olvidado, en tres semanas, la actitud del Grupo Popular en el debate de la LODE, que el portavoz popular explicaba el pasado jueves aquí mismo.Dice ahora el senador Arespacochaga que su grupo no intentó obstruir la tramitación de la ley, sino enmendarla en 4.246 trascendentales ocasiones, tal como anunciaron en ponencia. Lo que no írnpidió que, mediado el debate y vista la profundidad de la mayoría de las enmiendas, el señor Arespacochaga intentara negociar la retirada de todas ellas si el Grupo Socialista aceptaba la negociación, fuera del Pleno de la Cámara, so bre 18 enmiendas seleccionadas. Había ocurrido, para enconces, que resultaba ciertamente duro su bir a la tribuna y expresar su radical objeción pedagógica con pro posiciones tales como cambiar "cuatro" por "4", "lugar de residencia" por "localidad de residencia", "gastos y pagos" por "pagos y gastos" y "centros educativos" por centros pedagógicos", que de este tenor era el 90% de las enmiendas del Grupo Popular, aunque le parezca mentira a la opinión pública.

Le preocupa al portavoz del Grupo Popular que se insista en las acusaciones de obstruccionismo, a las que replica primero desmintiéndolas y, en la parte final de la carta, con una cita de un autor francés que afirma que "la obstrucción es, en todas las Cámaras del mundo, el solo medio de que disponen las minorías ( ... )" para mostrar sus discrepancias. ¿En qué quedamos? El diario de sesiones de este debate está lleno de alusiones al obstruccionismo, la más graciosa en boca del propio senador Arespacochaga, que rela tó desde la tribuna las tribulacio nes de su minoritario hijo frente al rodillo de sus siete hermanas que le obligaban a jugar un papel de perro, al que únicamente le quedaba la opción opositora (obstruccionista) de morder.

Le inquieta, por último, a don Juan de Arespacochaga que al guien piense que sus senadores acusaron un cansancio mayor que el resto de la Cámara, y juega, en consecuencia, con las explicacio nes de la estrategia del quorum, a la que los grupos jugaron por igual. No viene al caso discutir tal cuestión, sino con el dato cierto de que, con la cercanía del domingo, el debate terminó porque había fracasado la estrategia, y terminó curiosamente tres días antes de la fecha en que estaba previsto ha berlo iniciado en circunstancias normales. / . Jefe de Prensa del Grupo Socialista del Senado. .