La Unión Soviética
casi ha terminado la construcción de cuatro túneles submarinos que conducen a bases subterráneas destinadas a albergar a nuevos submarinos antimisiles, con el fin de que escapen a la detección de los satélites espías norteamericanos, según indicaron ayer fuentes del Pentágono en Washington. La posible localización de estas bases es el mar de Barentz, no lejos de la frontera con los países escandinavos.
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