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Argelia comunica oficialmente a España su deseo de agilizar las negociaciones sobre el gas natural

El Gobierno argelino ha expresado al embajador español en Argel, Eduardo Zulueta, su profunda preocupación por el fracaso de la última ronda negociadora sobre el sumnistro de gas natural a España y ha matizado las amenazas, cursadas a través de la agencia de prensa argelina, sobre la eventualidad de que Argelia recurra al arbitraje del Tribunal de Ginebra para dirimir la disputa sobre el gas, que se prolonga ya durante más de un año.En la comunición, materializada en una entrevista el pasado miércoles entre Zulueta y el ministro de Petróleo e Industrias Químicas, Belkacen Nabi, el Gobierno de Argel emplaza al de Madrid a acudir con nuevas propuestas para resolver rapidamente el conflicto de gas o proceder al cumplimiento estricto del contrato firmado en 1974 entre Enagas y Sonatrach, que contempla en una de sus claúsulas el recurso a un arbitraje internacional.

La postura argelina, que ha sido trasladada a Madrid en persona por el embajador español, ha sido interpretada en la capital española como un instrumento extremo de presión sobre España, antes de declarar las negociaciones como definitivamente interrupidas. No obstante, la exposición argelina paree haber sido mucho más suave que las informaciones difundidas en la capital argelina, en las que se daban por definitivamente rotas las negociaciones.

El pasado viernes, el embajador español en Argel acudió al ministerio de Industria y Energía para informar sobre los contactos mantenidos en la capital argelina con el ministro de Petróleo e Industrias Químicas. En la reunión en el ministerio de Industria se analizaban las alternativas para responder a los argelinos.

El aspecto más resaltable de la nueva comunicación argelina, según fuentes solventes, es que no ofrece alternativas viables para la negociación. En efecto, los argelinos insisten en su posición inicial e instan a la parte española a modificar la suya. Se recuerda, en este sentido, el deseo argelino de elevar el precio del gas sumnistrado (de 2.90 a 3.96 dólares por millón de BTU), la obligación española de retirar las cantidades acordadas en el contrato (4.500 millones de metros cúbicos) y la exigencia de que España compense por la no utilización de las líneas de gas natural de Skikda, "construidas -según los argelinos- para uso solamente de España".

Precisamente, es éste último aspecto el que está dificultando la llegada a un acuerdo concreto. La posición española, que ha aceptado el primero de los puntos argelinos, rechaza, sin embargo, el último capítulo de la postura argelina, al mantener que las mencionadas líneas estaban ya construidas y fueron utilizadas, en parte, por Argel para cumplir otros contratos con empresas europeas y norteamericanas, que fueron denunciados en su día por las mencionadas compañías. Argelia trataría ahora de que España pagase los platos rotos por otras empresas.

Según la información disponible, España mantiene aún su postura del pasado octubre de compensar en unos 50 millones de dólares (frente a los 500 exigidos por Argel) por la no utilización de esas líneas, al tiempo que ofrece pausar en el tiempo (durante unos cuatro años) el cumplimiento de la claúsula contractual que obliga a la compañía española Enagas a retirar 4.500 millones de metros cúbicos de gas natural, en lugar de los 1.500 millones que adquiere en la actualidad.

En medios energéticos españoles se afirma que se está preparando la próxima visita a Argel de una delegación española al más alto nivel, en la que participarían los mínistros de Asuntos Exteriores e Industria, así como un alto representante de Comercio. En algunos medios no se ha descartado un eventual viaje del presidente Felipe González, a Argel.

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