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Medios artísticos y oficiales critican la organización de un desfile de modas en el Museo de Arte Contemporáneo

Gabriela Cañas

Medios artísticos y de la Administración han manifestado sus críticas ante las circunstancias que rodearon un desfile de modas celebrado el 15 de marzo en la sala de la colección permanente del Museo Español de Arte. Contempóraneo. Según testigos, acudieron al acto unas 1.000 personas, que abarrotaron la sala, haciendo caso omiso de los carteles que prohiben fumar. Sólo se retiraron algunas obras para la ocasión y la vigilancia fue insuficiente -al lado está la exposición de Cézanne-. Rumores referentes a que algunos cuadros de la exposición permanente fueron deteriorados han sido desmentidos por el director del museo.

El desfile estuvo organizado por Galerías Preciados, cuya directora del gabinete de Relaciones Públicas es Leonor Cuca Pérez Pita, esposa del presidente de Telefónica, Luis Solana, hermano del ministro de Cultura. El acto formaba parte de las Jornadas sobre Promoción Textil y presentaba la moda primavera-verano de cuatro creadores españoles: Manuel Piña, Francis Montesinos, Paco Casado y Nacho Ruiz. "Hicimos un desfile parecido en octubre", dice Cuca Pérez Pita, "pero en aquella ocasión se celebró en el hall. Parece ser que ahora no se podía hacer allí porque había una escultura...". "Los permisos para estas cosas los da siempre la Dirección General de Bellas Artes".Según Álvaro Martínez Novillo, director del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), la autorización del desfile del día 15 fue responsabilidad suya. "Se había hecho anteriormente, también con los mismos grandes almacenes, y no veo por qué tendría que poner ningún inconveniente ahora", dijo. "La moda es arte; especialmente en este caso, que se trataba de presentar a cuatro creadores. Hace poco he recibido una petición de una multinacional muy conocida de la moda para presentar su colección de prét-à-porter, pero he denegado el permiso porque eso ya no creo que tenga cabida en un museo de arte contemporáneo".

Para la celebración del desfile se retiraron algunas esculturas, como El trigal, de Jesús Soto, y la obra de Julio López Hernández. También se retiraron cuatro cuadros de Benjamín Palencia, cinco de Picasso y tres de Dalí que están expuestos a la entrada de la sala, donde más público se acumuló durante el acto. Dos grandes óleos del Equipo Crónica, sin embargo, se pusieron en su lugar. En uno de los laterales de la gran pasarela quedaron las obras allí expuestas de Francisco Bores, Joan Miró, Ángel Ferrant, José Gutiérrez Solana, Amalia Avia, Lucio Muñoz, Francisco Farreras, Cristóbal Toral y Diego Vázquez Díaz, entre otros. Los rumores señalaban precisamente como cuadros dañados los de estos dos últimos pintores. Sin embargo, Martínez Novillo, acompañado de la restauradora del museo, Amalia de Escauriaza, mostró en la tarde del sábado a EL PAÍS los cuadros señalados, que, al menos a simple vista, no presentaban ninguna anomalía.

El director y la restauradora del museo insistieron también en que la gente estaba ordenadamente sentada, ya qre el acto funcionó por invitación, y que había azafatas y bedeles cuidando de los cuadros. Otros testigos, sin embargo, afirman que la gente estaba "amontonada", que había muchas personas de pie y fumando y que apenas vieron tres o cuatro bedeles en la sala. Al final del acto -que se realizó a las 20.30 horas, fuera del horario habitual del museo- se ofreció un cóctel en el vestíbulo, donde está la entrada a la exposición de Paul Cézanne. Los testigos confiesan que se alarmaron ante la falta de vigilancia y el fácil acceso a los cuadros.

Informe de la conservadora

Paloma Esteban, conservadora jefa del Ministerio de Cultura, presenció el desfile de modas, siendo, al parecer, la única personalidad oficial que asistió al mismo. Sin embargo, no quiso hacer ningún comentario sobre los hechos. "Sólo puedo decir que mañana (por hoy) presentaré un informe detallado al ministerio. Sólo entonces podré contarles a ustedes lo que ocurrió Soy una funcionaria y creo que ésta es la forma legal y correcta de hacer las cosas".

Carmen Jiménez, subdirectora de Artes Plásticas, perteneciente también a la Dirección General de Bellas Artes, aseguró que ni ella ni nadie de la subdirección tenía noti cias de que se fuera a celebrar el desfile de Galerías Preciados en el MEAC. "Y tengo la impresión aunque no podría asegurarlo, de que tampoco sabía nada el director general", añadió. "Yo no estuve en el desfile, pero me parece escandaloso que este tipo de cosas puedan ocurrir. A mí también me ha llega do la noticia de que hay cuadros deteriorados". Rafael Canogar, que calificó de "inapropiado" el desfile del día 15, dijo que estos hechos han de mover a "reflexionar sobre las funciones de un museo". Canogar, miembro del Patronato del MEAC y del consejo asesor de la Dirección General de Bellas Artes, aseguró también que no sabía nada acerca de la celebración del desfile del que se ha enterado posteriormente. "No es extraño", dijo, "porque ni siquiera nos enteramos a veces de las exposiciones que se van a hacer. Esto sólo indica las deficiencias de coordinación que existe entre estos organismos".

Martínez Novillo manifestó su estupor ante las protestas, argumentando que los desfiles de moda son práctica habitual en todos los museos de arte contemporáneo del mundo, como el que hace poco se hizo en el Museo de Nueva York, que "presentaba a un creador como Yves Saint-Laurent. "A mí me parecen un error este tipo de cosas", dice el pintor Antonio Saura. "Un museo de arte contemporáneo ha de ser vivo; ha de organizar múltiples actividades paralelas, como es un desfile de modas, pero en lugares apropiados para ello. En el Pompidou de París se hacen mucho estas cosas, pero jamás en las salas de pintura".

"Un desfile de modas en las circunstancias en que ha tenido lugar en el MEAC me parece, como mínimo, un falta de prudencia total", dice el pintor Cristóbal Toral. "La intención puede ser buena, pero el lugar no me parece el más apropiado".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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