Londres estudia la retención de sus pagos a la comunidad

El Gobierno británico decidirá hoy, en una reunión extraordinaria de su Gabinete, si retiene sus pagos a la CEE. La primera ministra, Margaret Thatcher, que compareció ayer ante la Cámara de los Comunes para explicar el fracaso de la cumbre de Bruselas, calificó de "intolerable" la decisión comunitaria de negarse a devolver a Londres los 650 millones de dólares que el Reino Unido pagó de más en 1983 mientras no se solucione la crisis de una forma global. La primera ministra no dijo claramente que Londres vaya a descontar de sus pagos a la CEE el dinero que se le debe, pero señaló que "no su puede seguir como si nada hubiera pasado". Thatcher rechazó las advertencias de algunos diputados en el sentido de que una retención de pagos colocaría al Reino Unido en una posición de ilegalidad dentro de la Comunidad.Margaret Thatcher se encuentra en una posición comprometida. Si ordena la retención, estará haciendo exactamente lo que pide desde hace meses el jefe de la oposición laborista, Neil Kinnock. Si no la ordena, parecerá que está asustada ante el frente unido que han formado los otros nueve países de la CEE. La primera ministra, que parece preferir la primera solución, intentó ayer quitar dramatismo al fracaso de la cumbre. "La propuesta de la Comunidad era inaceptable tanto para el Gobierno como para este Parlamento", afirmó, pero añadió que se había realizado un "gran esfuerzo" y que el fracaso no era "fatal". Rechazó las acusaciones de que su actitud ha sido intransigente e inflexible y se negó a aceptar la responsabilidad del fracaso. Según ella, las críticas de los otros países son "absurdas". Tanto Margaret Thatcher como el ministro de Asuntos Exteriores, sir Geoffrey Howe, insistieron en la voluntad europeísta de su Gobierno, y señalaron que no tenían "la menor intención de retirarse de la CEE".

El interés de la primera ministra por quitar dramatismo al fracaso de Bruselas viene dado por el hecho de que cada vez son más numerosas en el Reino Unido las voces que critican su modo de comportarse dentro de la CEE.

Críticas contra Thatcher

El líder socialdemócrata, David Oweri, afirmó que Thatcher confunde "testarudez con firmeza" y que la dama de hierro está prisionera de su propia leyenda. "La primera ministra ha conseguido que el Reino Unido esté completamente aislado dentro de la CEE y que empiecen a oírse voces europeas que dudan de la habilidad de este país para comportarse como miembro de una comunidad". El mismo criterio lo comparte el ex primer ministro conservador y uno de los mayores críticos de Thatcher dentro de los tories, Edward Heath que advirtió ya antes de la cumbre que Thatcher corre el riesgo de lograr que todo el mundo esté en contra del Reino Unido por su afán de pedir todo sin ofrecer lo suficiente.

Los británicos más europeístas están preocupados por el hecho de que en algunos círculos diplomáticos de Europa se empiece a soñar en una comunidad sin el Reino Unido. La cumbre de Bruselas habría supuesto en este sentido un éxito más para el presidente francés, Frangois Mitterrand, que ha logrado aislar a Margaret Thatcher, que ha vuelto a Londres sin nada concreto, obligada a seguir en su postura de dureza y dando piea la sospecha de que su firmeza es simplemente falta de habilidad. Margaret Thatcher admite que se ha quedado sola y que su juego es peligroso. El 55% de los británicos quiere que su país abandone la CEE, y la mayoría de los europeos piensa, por su parte, que el Reino Unido nunca podrá comportarse como los otros miembros de la Comunidad. La oposición laborista utiliza el sentimiento popular anticomunitario para presionar a la primera ministra, y ésta tiene que navegar siempre entre dos aguas: pertenecer a la CEE es bueno, siempre que la CEE haga lo que nosotros queremos.