Una empresa británica elaboró el proyecto de un cuerpo policial de elite para la Generalitat
Una empresa británica especializada en el entrenamiento de fuerzas armadas de elite, la sociedad Argen Ltd., elaboró en octubre pasado un programa para la formación y entrenamiento de una unidad policial de elite en Cataluña, por encargo del entonces director general de Seguridad Ciudadana de la Generalitat, Miquel Sellarés.
Según consta en el informe elaborado por la empresa Argen, "el objetivo del cliente es establecer una fuerza de elite de 72 hombres, ampliamente entrenada en las técnicas y formas de operar del sistema SWAT (Armas y Tácticas Especiales). Se empleará la fuerza cuando la situación lo requiera, en operaciones especiales de seguridad y policiacas. Además, los miembros de esta fuerza de elite actuarán como guardaespaldas y escolta para personas de gran importancia en Cataluña". Miquel Sellarés negó ayer que existiera tal encargo.Fuentes bien informadas han indicado que Miquel Sellarés viajó a Londres para concretar el programa de entrenamiento de la supuesta unidad policial de elite, que fue entregado el 6 de octubre del año pasado. En la primera página del programa, del que ha tenido conocimiento EL PAIS, figuran el destinatario: La Generalitat de Cataluña; el objeto del proyecto: "Entrenamiento de una fuerza de elite"; y el cliente concreto al que va dirigido: "Informe especial para el director general de Seguridad Ciudadana del Departamento de Gobernación".
Para 1984
Las fuentes antes citadas han indicado que Miquel Sellarés había solicitado al director de Argen que el programa estuviera planteado de manera que la unidad pudiera entrar en servicio antes de la última semana del mes de marzo de 1984, para estar rodado al llegar las elecciones autonómicas de finales de abril.Preguntado por EL PAIS, Miquel Sellarés negó ayer tener conocimiento de tal informe, sin querer entrar en ninguna otra consideración. El encargo a la empresa Argen, que también ha mantenido contactos con el Gobierno vasco, es anterior a la reunión de la Junta de Seguridad de Cataluña del 18 de octubre, sesión celebrada después de cinco meses de inactividad, a la que se incorporó Miquel Sellarés como director general de Seguridad Ciudadana.
Pocos días después de aquella reunión, concretamente el jueves 27 de octubre, estalló una crisis en la Junta de Seguridad y los cuatro gobernadores civiles abandonaron la reunión precisamente a causa de unas declaraciones de Sellarés. En el fondo de aquel conflicto figuraban las distintas concepciones de la policía autonómica que defendían los representantes de la Generalitat, por una parte, y los del Estado, por otra.
Tres cursos
"Para la formación de esta fuerza de elite", señala el informe de Argen, "el cliente tiene la intención de realizar tres cursos en Cataluña, cada uno de ellos de un mes", para lo cual la empresa recibió el encargo de "especificar el personal, los recursos y el material que proporcionará", cosa que hizo con toda profusión de detalles en el programa realizado para el cliente; también debía precisar el presupuesto global y "dar consejos adicionales y detallados que permitan al Gobierno de Cataluña desarrollar recursos apropiados para el entrenamiento y un programa eficaz de cursos de formación".El programa de entrenamiento debía iniciarse el 16 de enero de 1984, y el tercer curso debía prolongarse hasta el 30 de abril de 1984 "para proporcionar formación de mando a los alumnos seleccionados", pero el contrato no llegó a firmarse. La Junta de Seguridad decidió en diciembre que los Mossos d'Esquadra no tuvieran funciones de orden público y menos de alta seguridad.
Entre las funciones de la fuerza de elite, el informe de Argen señala contrarrestar las amenazas terroristas, la colocación de bombas, los asedios, y la liberación de secuestrados y rehenes. Por otra parte, también les competería la desarticulación de intentos de asesinato, secuestros y atentados contra personalidades, estar en condiciones de asaltar instalaciones de vital importancia, saber actuar frente a fugas radiactivas o de sustancias químicas peligrosas, entre otras.
Otras competencias de estos agentes especiales se referían a su capacidad de actuar en situaciones límite, como hacer frente a un francotirador, neutralizar a los secuestradores de un avión con rehenes, reaccionar ante una emboscada o asaltar un edificio ocupado. Para ello, iban a ser adiestrados en el manejo de revólveres, pistolas automáticas, metralletas, rifles, escopetas, lanzagranadas (para granadas de gas y fumígenas), y en habilidades que abarcan desde tomar una curva cerrada a gran velocidad a escalar la fachada de un edificio.
Programa detallado
La empresa detalla con toda precisión el programa a desarrollar día a día durante todo el entrenamiento de los 72 agentes catalanes seleccionados, así como el material y armamento que debe tener la unidad en su conjunto y cada agente en particular, y también el terreno donde deben efectuarse los ejercicios.La Generalitat debía proporcionar un terreno montañoso de 10 kilómetros cuadrados, un complejo industrial o urbano, un viejo campo de aviación, un campamento, varios campos de tiro y tramos de carretera y calles para efectuar ejercicios.
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