El 'supermartes' electoral norteamericano deja reducida la carrera por la designación demócrata a un duelo Hart-Mondale
Las elecciones primarias y caucus del martes supusieron una nueva victoria para el senador Gary Hart, la resurrección política del ex vicepresidente Walter Mondale, y el hundimiento del ex senador George McGovern, que abandona la competición para la designación como candidato presidencial del Partido Demócrata. Aunque continúan en la carrera electoral el reverendo Jesse Jackson y el senador John Glenn, la campaña se ha convertido en una maratón entre Gary Hart y Walter Mondale.
Por el momento, Mondale encabeza el número de delegados con 297, seguido de Hart con 198. Quedan primarias y caucus en 37 de los 50 Estados que integran la Unión antes de dilucidar cuál será el aspirante demócrata que logre al menos los 1.967 delegados, de los 3.933 que concurrirán a la convención nacional demócrata, a celebrar del 17 al 20 de julio, en San Francisco. De ahí saldrá el candidato oficial demócrata que disputará al actual presidente republicano, Ronald Reagan, el cargo de primer mandatario de Estados Unidos en la elección presidencial del 6 de noviembre.Los resultados del denominado supermartes confirman que Gary Hart es un candidato con impacto popular. Hart ganó en las primarias (elecciones con voto secreto) de Massachusetts, Rhode Island, Florida, así como en los caucus (votación a mano alzada o en grupo que se realizan en asambleas locales) de Washington y Nevada. Walter Mondale obtuvo victorias en los Estados de Georgia, Alabama, Hawai y también superó a Hart en la Samoa norteamericana y entre los demócratas residentes en el exterior. En Oklahoma ambos candidatos quedaron empatados.
Gary Hart, senador demócrata por Colorado, demostró en el supermartes electoral norteamericano que no sólo era un candidato fuerte en los Estados del noreste, de fuerte tradición demócrata y liberal, como Massachusetts, sino que también era capaz de ganar en el sur, en Florida, e incluso pisar los talones a Mondale (30% contra 27%) en un Estado como Georgia, donde el hijo predilecto del Estado, el ex presidente Jimmy Carter, con el que Mondale fue vicepresidente, apoyaba a su antiguo hombre de confianza. El fenómeno Hart aparece como algo más que un montaje televisivo, dadas las reacciones del electorado del Partido Demócrata norteamericano.
Queda por saber si Hart aguantará la batalla hasta el final. Resta un largo camino por delante hasta la convención de San Francisco Pero, en cualquier caso, Hart -hace tan sólo tres semanas prácticamente desconocido de la opinión Pública estadounidense- se ha transformado en un líder nacional. Es el político de las nuevas ideas, en las, que demuestran creer parte de las jóvenes generaciones norte americanas. Hart ha colocado a Mondale a la defensiva, pero el ex vicepresidente demostró que está en condiciones de volver a ganar, como hizo en el caucus del Estado de lowa, el pasado 20 de febrero, una semana antes de la espectacular aparición de Gary Hart, que arrasó en la elección primaria de Nueva Hampshire, ocho días más tarde.
Elección generacional
La campaña sigue su curso, reducida ahora a un forcejeo Hart-Mondale. Desde el bando republicano, donde Ronald Reagan no tiene adversarios importantes dentro de su propio partido que le disputen la designación para la reelección, la figura de Hart obliga a cambios estratégicos. La Casa Blanca había previsto, como todo el mundo, que el duelo presidencial de noviembre sería un enfrentamiento político entre el presidente Reagan y el ex vicepresidente Mondale. Hoy nada es seguro. Y es probable que haya una elección presidencial generacional, donde el veterano y conservador republicano Ronald Reagan, de 73 años de edad, deba disputar su permanencia en la Casa Blanca al joven y liberal demócrata Gary Hart, de 47 años.
John Glenn no logró transformar su popularidad de ex astronauta en votos: alcanzó un pobre segundo puesto en Alabama y quedó relegado en los restantes Estados. El líder de los derechos cívicos, el reverendo de raza negra Jesse Jackson, obtuvo buenos resultados simbólicos en los Estados del sur, con minorías negras importantes, superando, incluso, la barrera del 20% de votos en Georgia, lo que permitirá que siga recibiendo fondos federales para la campaña electoral. Por el contrario, el conservador Glenn, con deudas electorales cifradas en unos dos millones de dólares (unos 300 millones de pesetas), podría abandonar la carrera próximamente tal y como ya le han recomendado sus consejeros.
Ayer se celebró el caucus de Delaware donde estaban en juego 18 delegados y comenzó el de Dakota del Norte (que durará hasta el día 28) para elegir 18 delegados. Hoy se celebra otro en Alaska para distribuir 14 delegados. El sábado volverá a ser otro día importante con nuevos caucus en Arkansas, Kentucky, Michigan, Misisipí y Carolina del Sur.
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