Felipe González pide en televisión apoyo para la reconversión industrial
El presidente del Gobierno, Felipe González, en el primer mensaje dirigido a la nación por Televisión Española, asumió de forma rotunda la política económica que está practicando el Gabinete y pidió el apoyo de la sociedad para llevarla a cabo. "Vamos a mantener nuestra política económica con rigor. ( ... ) Este Gobierno tiene una enorme responsabilidad, pero todos tenemos que ser conscientes de que sólo el Gobierno no puede salvar la situación de la nación", dijo González. El presidente, que anunció posteriores comparecencias ante la opinión pública, eligió en esa ocasión un rincón familiar del palacio de la Moncloa para explicar, junto al calor de la chimenea y con un retrato del Rey como única referencia oficial, la política de reconversión industrial.
El mensaje del presidente -que duró 12 minutos y 50 segundos- supuso un apoyo a las posturas que dentro del Gobierno están manteniendo públicamente sobre la reconversión los ministros de Economía y Hacienda y de Industria y Energía, Miguel Boyer y Carlos Solchaga, respectivamente, y una declaración de que no existen divisiones internas dentro del Ejecutivo respecto a este problema.González se explayó en la voluntad de diálogo, pero siempre dentro de los objetivos marcados de saneamiento de la estructura productiva. "Este Gobierno quiere dialogar. Lo ha hecho durante el año 1983. Hace de nuevo un llamamiento al diálogo, pero quiere hacer una advertencia: si el diálogo consiste -o la negociación consiste- en que variemos la política económica que creemos que es buena para España (y yo no puedo olvidar mi condición de presidente de Gobierno con una ideología socialista y, por consiguiente, mi compromiso con los más desfavorecidos), si alguien pretende que cambiemos nuestra política para no alcanzar esa modernización de la sociedad española, para no ganar el desafío de la crisis, se encontrará con que el Gobierno no podrá aceptar este tipo de diálogo. Diálogo y negociación sí, entre todos y con todos, esfuerzos de todos y con todos, pero para ganar esta batalla, no para perderla".
El presidente explicó por qué se hace la reconversión industrial y dijo no entender a quienes afirman que con ella se pierden puestos de trabajo". "Lo que hace es salvar el máximo de puestos de trabajo posibles". El presidente aportó el dato de que en los últimos seis o siete años se han perdido en España alrededor de 900.000 puestos de trabajo industriales "y yo creo que los ha perdido porque no ha hecho la reconversión industrial".
En otro momento cifró el coste que la reconversión ha supuesto en otros países del área occidental: "En Alemania se han reducido las plantillas en un 46% en Luxemburgo, en un 48,5%.; en Francia, en un 42,5% en la siderurgia integral; en Gran Bretaña, más de un 60"/". Sin embargo, no dio a conocer el coste que va a suponer para España. Sólo hizo una aproximación muy genérica: "Nosotros tenernos unas metas más cortas, queremos salvar más actividad y más puestos de trabajo, pero no tenernos más remedio que decir las cosas como son: no podemos permanecer en ese tremendo retraso en el que nos coloca el no ser capaces de afrontar los problemas".
Las primeras reacciones dentro del mundo económico, sindical y político a las palabras del presidente incidieron en la vaguedad de su intervención, pese a que indicaron que el discurso supone levantar la cierta incógnita que existía en cuanto a las divisiones dentro del Gabinete. La reacción más dura fue la de CC OO, que valoró la presencia de González en TVE como "una tomadura de pelo".
Páginas 13 y 14
Editorial en la página 8
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