Francia advierte que ametrallará a los pesqueros que faenen ilegalmente

El Gobierno francés advirtió ayer que seguirá ametrallando pesqueros que faenen en sus aguas sin respetar los reglamentos de la Comunidad Económica Europea, como ocurrió el miércoles con dos barcos de Ondárroa. El presidente del Gobierno español, Felipe González, declaró que el incidente "es un duro golpe para las relaciones hispano-francesas", calificó de "inaceptable" la operación de la Marina francesa y estimó que el procedimiento utilizado "no es digno de un país civilizado". Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, entregó ayer al embajador francés en Madrid, Pierre Guidoni, una segunda dura nota de protesta para el Ejecutivo galo. En este ambiente de tensión entre los dos países Illega hoy a Madrid el primer ministro francés, Pierre Mauroy. La visita ha sido calificada por Manuel Fraga de "totalmente inoportuna".

El pesquero Valle de Atxondo llegó ayer por la, tarde, remoleado, al puerto de Lorient, con sus amuras atravesadas por un cañonazo y 30 impactos de balas de ametralladora en la proa, mientras a uno de sus tripulantes, Manuel Fernando, de nacionalidad portuguesa, le era amputada la pierna izquierda por encima de la rodilla. Otros cinco marineros del pesquero español, heridos por el ataque de la fragata Lieutenant de Vaisseau Lavallée, se encuentran internados en un hospital militar de Brest.Un oficial de la Comandancia de Marina de Lorient, adonde fueron conducidos los dos pesqueros vascos ametrallados, declaró a la televisión gala que el Ministerio de Defensa francés dio la orden de disparar sobre los barcos españoles.

El secretario de Estado francés para el Mar, Guy Lengagne, dijo que los barcos españoles infringen de forma continua la reglamentación para pescar en aguas jurisdiccionales de la CEE, y precisó que los dos barcos ametrallados ya habían sido sorprendidos en más de 20 ocasiones. Agregó que los buques de guerra franceses actuaron de acuerdo con las normas establecidas en estos casos, ya que no hicieron caso a las órdenes de detenerse.

El patrón del Burgoa Mendi, uno de los dos barcos españoles apresados, declaró que "esas aguas son más nuestras que de ellos". La Prensa francesa destacaba ayer que los españoles no respetan la prohibición de pescar en aguas comunitarias.

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