Dirigentes de ETA pueden obtener en Francia el estatuto de refugiado

Cuando no han transcurrido dos meses de la decisión del Gobierno francés de expulsar de su territorio y confinar a varios miembros de ETA, el Consejo de Estado de ese país, máximo tribunal administrativo, ha adoptado una decisión que puede llevar a una importante corrección de la política de mano dura emprendida por el Gobierno del París con los terroristas vascos refugiados en Francia. El Consejo de Estado, ha estimado un recurso de seis vascos -entre ellos, Carlos Ibarguren, considerado máximo responsable de la estructura económica del ETA- para que les sea concedido el estatuto de refugiado político, que les había denegado la Organización Francesa para los Refugiados y Apátridas (OFPRA).

El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, que se encuentra en Bélgica acompañando al presidente del Gobierno en su visita oficial a ese país, manifestó desconocer la resolución judicial francesa que abre paso a la probable concesión del estatuto de refugiado a este grupo. "No tengo información al, respecto, pero de ser verdad, sería una mala noticia", se limitó a responder Morán.Además de Carlos Ibarguren, Nervios, los posibles beneficiarios de esta resolución son Emilio Martínez, María Alberdi, Pedro María Etxabe, Juan Otxoantesana y Francisco Múgica, Paquito. Según la policía española, Ibarguren, Otxoantesana y Múgica son miembros del Comité Ejecutivo de ETA Militar.

Medios jurídicos franceses afirman que la decisión del Consejo de Estado abre un procedimiento que debe concluir -ya que estima un recurso contra una denegación previa- en la concesión del estatuto de refugiado político a los recurrentes.

La carta de refugiado es un preciado documento que la Administración francesa concede desde 1978 muy restrictivamente a los refugiados vascos. Actualmente sólo la poseen 13 de ellos; ocho, según otras fuentes. En esta corta lista se incluye Domingo Iturbe Abasolo, Txomin. La carta otorga a su titular todos los derechos de un ciudadano francés, salvo el de ejercer el voto en las elecciones, e impide su extradición o expulsión de Francia. Este país se compromete a darle protección dentro y fuera de su territorio, con lo que puede acogerse a la competencia de sus legaciones diplomáticas.

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