La industria británica amenaza el bosque nórdico
El primer ministro sueco, Olof Palme, ha exhortado a los demás países nórdicos a formular un planteamiento conjunto al Gobierno del Reino Unido para que adopte medidas tendentes a disminuir el nivel de contaminación producido en este país por sus industrias.Las sustancias vertidas a la atmósfera por estas industrias son arrastradas por los vientos hacia el norte, con graves consecuencias para el medio ambiente. El primer ministro sueco formuló la propuesta en el curso de una de las sesiones correspondientes a la 32º reunión del Consejo Nórdico, que se celebró esta semana en Estocolmo.
Palme basó su propuesta en el contenido de un informe que revela que los bosques suecos y de los países vecinos están condenados a una progresiva muerte como consecuencia de la lluvia ácida procedente de los desechos de las industrias de algunos países europeos, principalmente el Reino Unido.
Los ministros del medio ambiente de los países nórdicos acordaron también una acción conjunta para exigir la disminución del vertido de elementos radiactivos procedentes de las plantas de reprocesamiento de desechos atómicos de Windscale, en el Reino Unido, y La Hague, en Francia, que las corrientes arrastran hacia los mares del Norte.
Los países nórdicos llevarán una posición conjunta al respecto en la conferencia que sobre este tema tendrá lugar en Dublín durante el otoño próximo.
El Consejo Nórdico es un organismo creado en 1952 e integrado por representantes de los cinco países escandinavos (Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca e Islandia), a los cuales hay que agregar a Groenlandia, que por primera vez ha enviado delegados autónomos a las reuniones de este consejo.
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