La difícil órbita del primer astronauta
Una carrera de 23 años como piloto militar, el carisma de haber sido el primer astronauta norteamericano en órbita terrestre y haber inspirado una de las películas más taquilleras del momento (The rigth stuf) dan a John Glenn, de 61 años de edad, un interés público por el héroe norteamericano, más que por el político que, realmente, pueda desbancar al presidente Ronald Reagan de la Casa Blanca. Glenn está buscando todavía la órbita de la Casa Blanca, sin que los resultados le sean muy favorables.Pero Glenn parece guardar la sangre fría ante una campaña que le es adversa. Tan fría como cuando derribó tres aviones Mig en la última semana de la guerra de Corea, después de haber participado en 149 misiones de combate. Retirado con el grado de teniente coronel en 1965, Glenn comenzó una importante carrera como senador por su Estado natal de Ohio, desde 1974 hasta la actualidad. Sus intervenciones en los comités del Senado destacaron por ideas más bien conservadoras, lo que está perfectamente de acuerdo con uno de los argumentos electorales de Glenn, cuando dice buscar el voto yanky.
Al principio de su candidatura, Glenn fue comparado con el ex presidente Dwight Eisenhower por su relativo parecido físico, su carrera militar y su aire de héroe nacional. Sin embargo, los ciudadanos acuden más a sus mítines para ver al ex astronauta que al candidato presidencial. Su campaña carece de buena organización -en comparación con la de Mondale- y parece tener problemas financieros para poder llevarla hasta el final.
Glenn nació el 18 de julio de 1921, en Cambridge (Ohio), está casado con Annie y tiene dos hijos, David (37 años) y Lyn (36). El astronauta que quiere ser presidente es la biografía sobre John Glenn escrita por Franz Van Riter.
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