'Dirty Harry'
La argumentación ni es nueva ni original. Es más, estos días, con la detención de violadores célebres y las campañas contra el crecimiento de la delincuencia ciudadana, todos la hemos podido oír de nuevo: la ley se preocupa más de defender a los culpables que de proteger a los inocentes.Clint Eastwood, arropado en un extraño sentido del humor y una afición por la parodia grosera de la simbología sexual más tópica, aporta su granito de arena al asunto. Su papel, el de Dirty Harry, es el de un policía poco inquieto por minucias legales o de procedimiento. No hace falta probar nada, basta con el convencimiento. Si él está seguro de que un individuo es culpable, ésa es razón suficiente para que le pongan grilletes al sospechoso.
Impacto súbito
Director. Clint Eastwood. Intérpretes: Clint Eastwood, Sondra Locke, Pat Hingle y Bradford Diffman. Fotografia: Bruce Surtees. Música: Lalo Schifrin. Locales de estreno en los cines Rialto, Bilbao, Vergara y Windsor A.
En Impacto súbito, los jefes de tan impetuoso polizonte están preocupados por la mala imagen que Eastwood confiere al cuerpo, preocupación que, ante los ojos del director, equivale a complicidad con asesinos y a turbias historias de corrupción funcionarial. Para evitarse nuevos conflictos, Eastwood es enviado a un pueblecito marinero, donde una chica violada 10 años antes acaba de regresar para dedicarse a practicar unas expeditivas vasectomías con una pistola de grueso calibre. Las víctimas de su furor castrador son sus antiguos violadores, un grupito de personajes que linda con la oligofrenia.
Ojo por ojo, diente por diente; contra violación, castración; quien a hierro mata, a hierro muere... Tanta coincidencia de principios filosóficos sólo podía culminar en amor. El policía y la violada vengadora se dejan seducir por las afinidades mutuas y se ayudan a acabar con las respectivas labores de exterminio de seres asociales. Luego, ante la promesa de no volver a las andadas, el inspector silenciará los ocho asesinatos de su nueva amiguita y la cámara, montada en un helicóptero, se remontará hacia los aires para ofrecernos una vista general de la América tranquila que están fabricando los protagonistas.
Los filmes de Eastwood son meros comics, divertidas parodias del género, propuestas en las que el propio héroe se ríe de sí mismo, filmándose a contraluz y dotándose de atributos supermanescos. Puede que sí, pero no es eso lo que debiera sorprender. A fin de cuentas, que Eastwood se burle un poco de su personaje es lógico, ya que es la única manera de protegerlo del ridículo. Lo que no es tan lógico es el éxito de sus espectáculos, hechos de chulería, sangre y venganza. Son filmes para una sociedad enferma, que se queja de la prostitución callejera y se regocija con el descaro de la más indigna de las violencias. Es un extraño sentido del humor ese que se alimenta de matanzas en tres dimensiones, vísceras desparramadas o gargantas abiertas a navajazos.
El mayor mérito de Impacto súbito y lo que distingue a Eastwood de sus colegas de apostolado fascistoide es. la capacidad del director para filmar lugares como Los Ángeles como si fueran nuevos para el cine.
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