"La derecha es la misma en todas partes"
El candidato socialdemócrata a la presidencia de Ecuador niega las acusaciones de fraude electoral hechas por su oponente derechista
Pregunta. ¿Está usted seguro de su victoria en la segunda vuelta electoral?Respuesta. Creo que sí, porque los sectores de centroizquierda en Ecuador han sido tradicionalmente mayoritarios. En la primera vuelta fuimos separados, pero con el compromiso tácito de unirnos en la segunda en torno a la candidatura del sector que llegara a la rueda final. La derecha, en cambio, está completa; allí, desde el principio, estuvieron siempre todos los que son y no podrán suma votos en la segunda vuelta.
P. El candidato derechista asegura que hubo fraude electoral, ¿qué responde usted a esas acusaciones?
R. Lo que está haciendo la derecha en mi país es tratar de crear sombras sobre la legitimidad del proceso electoral, hablar de fraude, magnificar las deficiencias administrativas que, efectivamente ocurrieron en los comicios y que son atribuibles a los sistemas rudimentarios que, lamentablemente todavía tenemos en Ecuador para recibir y contabilizar los votos. Pero lo que ocurrió en realidad es que esas deficiencias nos afectaron a nosotros más que a la derecha. Mire, para mí la cosa está clara: si ellos hubieran ganado habrían dicho que su triunfo era debido a los "altos méritos" de sus candidatos. Como perdieron, dicen que hubo fraude electoral. La derecha es la misma en todas partes.
P. ¿Por qué los partidos de centroizquierda se presentaron por separado en la primera vuelta electoral?
R. Fue una decisión deliberada, porque se trataba del legítimo derecho de cada uno de nuestros sectores de medir fuerzas para saber cuántos somos y quiénes somos. Una vez que eso está claro, una vez que mi candidatura ha prevalecido, no creo que haya el menor problema de un apoyo global para vencer a una derecha coaligada, derecha económica y derecha política, que ha constituido la empresa electoral económicamente más gran de de todos los tiempos en Ecuador.
P. La declaración de Caracas, firmada por siete jefes de Estado latinoamericanos y el presidente del Gobierno español, expresa un apoyo al proceso democrático ecuatoriano, ¿qué le parece este respaldo de otras democracias de América Latina a su país?
R. Creo que es positivo, porque se trata de una felicitación a Ecuador por haber dado continuidad al sistema constitucional, que es la única forma civilizada como pueden vivir los pueblos en la segunda mitad del siglo XX. Yo agradezco en nombre de mi país, este gesto de solidaridad y elogio que los presidentes reunidos aquí, en Caracas, han hecho, no en favor de mi candidatura, sino del proceso democrático en Ecuador
"Corriente socialdemópcrata"
P. Tras Argentina y Venezuela, su probable victoria en el mes de mayo en Ecuador hace pensar en una corriente socialdemócrata que comienza a llegar al poder en América Latina.
R. Es incuestionable que hay una onda en América Latina y probablemente en el mundo entero que está buscando la conciliación de dos valores que hasta ahora han reñido entre sí: la justicia social o equidad económica de un lado y el mantenimiento de las libertades políticas, del respeto a la opinión ajena, por otro lado. Si miramos a un lado del planeta vemos que hay buenas maneras y consideraciones para la equidad económica, pero, en cambio, se menosprecia la libertad. Si miramos para el otro lado, pasa lo contrario: garantías para las libertades políticas, pero descuido absoluto de la equidad económica. En resumen, son pedazos de democracia. En un sector hay democracia política y no económica; en el otro, al revés... Y parece que hay una corriente, yo diría que universal, que trata de ensamblar estos dos hemisferios democráticos. en un solo todo. Se explica así que los partidos socialdemócratas tengan estos triunfos, porque los pueblos no se con forman con ser manadas de cerditos bien alimentados, sino que reclaman libertad y dignidad; por el otro lado, tampoco aceptan la mera libertad de morirse de hambre, de mendigar. Hay que integrar libertades formales y materiales.
P. Si llega usted al poder en mayo, ¿cómo piensa plantear la disputa fronteriza entre Ecuador y Perú?
R. Yo me he negado a hablar de este problema en el curso de la campaña electoral porque la cuestión es tan seria y tan lacerante para nosotros que no me ha parecido patriótico convertirla en un tema más del repertorio electoral. Pero hoy, que estoy fuera de la campaña y del territorio nacional, sí quisiera decir que la única solución posible del conflicto es el reconocimiento de los derechos territoriales amazónicos de nuestro país. Sobré esa base bien se podría hablar con la otra parte para ver si, de común acuerdo y para beneficio general, logramos zanjar ese problema, pero, eso sí, en términos de dignidad para Ecuador y de reconocimiento de sus indiscutibles derechos amazónicos.
P. Con un Gobierno socialdemócrata, ¿variará la postura de Ecuador en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo?
R. Hay poco que variar, como no sea contribuir a que haya un poco más de coherencia, solidaridad y consecuencia en esa organización internacional.
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