Arco-84: todas las tendencias y todas las polémicas
Unas 25.000 personas; acudieron ayer al Palacio de Cristal de la Casa de Campo para presenciar la feria internacional de arte Arco 84, que se inauguró el pasado jueves. Tanto los artistas españoles como los extranjeros que han venido a esta gran manifestación de creación plástica contemporánea coinciden en afirmar que el éxito reside en que están representadas todas las tendencias colectivas y manifestaciones individuales, y que se vive un momento de esperanzador consumo artístico.
En Arco 84 hay de todo, con inevitables desniveles en cuanto a calidad, según los observadores del arte que acuden a esta feria; pero el visitante puede definir aquí una idea prácticamente cabal de lo último que se está haciendo en el mundo de las artes plásticas, incluidas las reiteraciones sobre tendencias que en pasadas convocatorias causaron impacto.Darío Villalba, reciente premio nacional de Artes Plásticas, cuya obra se expone en la galería Antonio Machón, de Madrid, opina que la tónica media de Arco 84 es muy superior a la de las anteriores convocatorias, aunque -matiza- se da un marasmo de mimetismos y sarampiones que entran en el arte lo mismo que salen.
Esos sarampiones -explica el artista- están básicamente constituidos por la mayor parte de los seguidores de la transvanguardia "Es algo que está muy bien que se vea", prosigue, irónico, "para luego olvidarlo, para que los artistas españoles pierdan su complejo de inferioridad y se vuelquen en la tradición artística del expresionismo individual y peculiar".
Partidario de acontecimientos como Arco, "porque acaban con el papanatismo de muchos", tiene una visión muy optimista de la presencia de los españoles. "Hay individualidades (Palazuelo, Gordillo, Guerrero, por citar algunos) que demuestran que estamos muy bien porque estamos fuera de la moda, que tenemos una forma propia de hacer un arte conceptual ajeno a mimetismos".
En términos semejantes se expresa el valenciano Joan Cardelis, cuya obra puede verse en la galería Fernando Vijande. "Hay aquí exceso de cierto tipo de obra: la continuación de la transvanguardia, la ensalada entre la action painting y la obra del grupo Cobra. Creo que en sucesivas convocatorias se debiera tamizar un poco lo que se va a exponer".
Cree también Cardells que hay poca arqueología contemporánea en el sentido de que los grandes artistas consagrados tienen poca presencia; esfuerzo que han hecho pocas galerías, salvo algunas, como Theo, que ha traído piezas indiscutibles de gentes como Moore, Leger, Albers.
Entre los participantes extranjeros, cuyas galerías ofrecen un conjunto representativo y completo de lo que se hace fuera de España, se detecta también una actitud crítica ante lo que se consideran modas pasajeras de la creación plástica. La galerista de Stuttgart (República Federal de Alemania) Brigitte March dice, por su parte, que el neoexpresionismo es seguido sólo por una mínima parte de los artistas alemanes. Ella, que ha traído obras de Ansgar Nierhoff, Rychard Wasko o Josef Beuys, mantiene que el arte conceptual tiene en su país mucho más pesoque los derivados del neoexpresionismo. "Es un error vincular esta tendencia a la República Federal de Alemania; se ha producido, en una serie de lugares diferentes, como reacción contra algo (tampoco cree que se haya producido dirigismo de los galeristas multinacionales), pero que no es específico del arte germano".
De la pintura española -que ha visto en Arco dice Brigitte March que está favorablemente impresionada y que llevará a su galería la obra de algunos españoles.
Holger Bunk, uno de los pintores jóvenes alemanes, de 29 años de edad, cuya obra es exhibida por el grupo de Stuttgart, opina que la tendencia actual -él califica su pintura de expresionismo-realista-conceptual- está en el arte más intelectual. "La mayor parte de los neoexpresionistas no son buenos pintores. Empezaron hace seis años con la new way. Era una manifestación de la insatisfacción, cuya expresión ya no es real. Si entonces estuvo bien, ya no tiene interés".
