Extensión progresiva de una asociación para la recuperación de drogadictos
La Asociación El Patriarca, que dirige el francés Lucien Engelmajer y se dedica a recuperar socialmente a los drogadictos, quiere plantear en España vías de colaboración con los Gobiernos autónomos y ayuntamientos para consolidar su implantación. Esta entidad, que tiene su sede en Francia, empezó a aplicar su terapia en España en junio de 1979. Cinco años después ha abierto 24 centros rurales y urbanos, que albergan un millar de drogadictos. Otros seis centenares de jóvenes españoles están integrados en comunidades terapéuticas fuera de España.La colaboración española ha sido una de las peticiones suscritas por los miembros de la asociación, cuyas secciones española, belga, francesa y suiza participaron en el primer seminario internacional sobre drogodependencia organizado por la comunidad de Valladolid. Lucien Engelmajer postula una terapia especial de desintoxicación de drogadictos en la que los fármacos, la represión carcelaria o el internamiento en hospitales psiquiátricos están ausentes. En su lugar, El Patriarca aplica un método naturista alternativo a la química clínica y favorece la reconstrucción de la personalidad perdida del drogadicto con las relaciones humanas y el trabajo fisico. Los terapeutas de estos métodos son los desenganchados que llevan un cierto tiempo en los centros de la asociación.
La colaboración con ayuntamientos importantes ya es un hecho en el caso del municipio de Madrid, que subvenciona en la actualidad unas 60 camas de drogadictos madrileños acogidos por El Patriarca, cifra que se espera ampliar a 200 a final de este año. Con ayuntamientos menores, como Denia (Alicante) y Algeciras (Cádiz), también existen vías de colaboración. Pero la asociación quiere generalizar esta oferta de servicio social al conjunto de municipios donde ya actúa y en los que todavía el ejemplo de Madrid no se ha seguido.
De la misma manera, El Patriarca recabará el apoyo de los Gobiernos autónomos que recibieron transferencias en relación con esta materia. Según informa un portavoz en Valencia de la organización, la Generalitat valenciana tiene pendiente de entregar una subvención a El Patriarca del orden de 14 millones de pesetas.
En el seminario se han planteado alternativas al crecimiento y consolidación del movimiento con la creación de centros urbanos. Éstos son una prolongación de la terapia inicial que los drogadictos reciben en los centros rurales, para desengancharse y recuperar sus relaciones con los demás. También se aprobó la apertura de nuevos centros para menores con edades entre 13 y 16 años, como el abierto en Lugo, donde se recuperan 60 adolescentes.
Otra fase de integración social es la difusión de cooperativas de trabajo, en el medio rural o en la ciudad, que inician su actuación con el respaldo económico de El Patriarca, para dar una respuesta a la crisis que produce al ex drogadicto no encontrar empleo cuando pretende normalizar su vida cotidiana.
En estos días se han abierto nuevas comunidades en Málaga, Salamanca, Castellón y Játiva (Valencia).
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